Columna #60 | Caleidoscopio por Miguel Parpadeos
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The Crown: Temporada 6 (Netflix)
Luego de haberse convertido temporada tras temporada en uno de los proyectos más prestigiosos de Netflix, la serie sobre la vida de la reina Isabel II concluye con una temporada seis que deja con un sabor de boca no tan agradable. La última etapa de la historia en The Crown abarca los noventa y dos miles, donde vemos a una monarca en su vejez interpretada por Imelda Staunton. Con todo y que muchos de los eventos están más cercanos al presente y son los más recordados, el resultado fue una colección de historias planas, poco interesantes, con un mayor foco a Lady Di, y, en ocasiones, un retrato demasiado positivo a ciertos personajes de la realeza (como el príncipe Carlos).
El cierre, por desgracia, continúa con estos mismos problemas. Siguiendo la nueva estrategia de Netflix para sus series importantes, la temporada fue dividida en dos secciones: la primera estrenada el 16 de noviembre y la segunda, el 14 de diciembre. Los primeros cuatro episodios relatan los últimos años de vida de Lady Di, desde el acoso de los paparazzis hasta la trágica noche de su descenso en París. La excelente interpretación de Elizabeth Debicki como la princesa de Gales es lo más destacable, quien incorpora los manierismos sin caer en la parodia y retratando a una mujer dividida entre su activismo, sus hijos y su búsqueda por encontrar un rumbo propio fuera de la sombra de la corona.
Sin embargo, a veces los guiones de estas historias se sienten con demasiadas libertades creativas, como todo aquello que ocurrió y conversó en la privacidad de los lugares que visitó en su último día de vida, o también caen en lo ridículo y la manifiestan como una especie de fantasma ante el príncipe Felipe y la reina Isabel II después del anuncio de su fallecimiento.
La segunda parte de la temporada no brinda ningún momento interesante en torno a la familia real. Hay un enfoque al príncipe Carlos el cual, una vez más, parece demasiado favorecedor (tal vez porque ahora es el rey Carlos III, luego de la muerte de la reina en 2022) y hay tres episodios centrados en Guillermo que se vuelven tediosos, entre el duelo hacia su madre y el inicio de su relación con Kate Middleton. No obstante, hay algunas joyas que, sin duda, se convierten en momentos memorables de toda la serie. Uno de ellos es el episodio de la muerte de la princesa Margarita, interpretado por Lesley Manville, el cual celebra la relación de hermanas entre ella y la reina, y el episodio final, cuya última escena es un cierre magnífico.
No es que The Crown se haya vuelto una mala serie en sus dos últimas temporadas, sino que la calidad no está al mismo nivel de las anteriores. La mirada hacia los eventos más cercanos se vuelve tan tibia, tan cuidada y tan positiva, que se pierde la credibilidad ante los hechos retratados en la serie (por muy ficción que sea) y que se lea como una mirada en pro de la monarquía.
La edad dorada: Temporada 2 (HBO Max)
Pocas son las series que logran darnos una agradable sensación al verlas. Una de ellas es La edad dorada (The Gilded Age), creada por Julian Fellowes (sí, el mismo de Downtown Abbey), situada en el mundo de la aristocracia y clase media y baja de Nueva York a finales del siglo XIX. El encanto va más allá de lo que nos provoca, está en presentar un sinnúmero de situaciones que resultan ser poco importantes, frívolas o comunes de una manera tan cautivante, que es imposible no seguirla.
Para esta segunda temporada, este melodrama histórico explota muchas de los conflictos planteados en los episodios previos y desarrolla aún más otros personajes. La trama principal sigue la lucha de la Sra. Bertha Russell (Carrie Coon) en su búsqueda por insertarse en la aristocracia neoyorkina. Su siguiente paso para obtener más poder es en el mundo de la ópera. Al no conseguir un palco en la Academia de Música, dominado por la Sra. Astor y las viejas familias, apoyará la inauguración de la Ópera Metropolitana (mejor conocido como el Met). De esta forma, se desata un conflicto entre las mujeres ricas, agrupándolas en dos bandos.
Entre todas las reuniones, cenas y chismes, siguen las amistades, los romances y propuestas de matrimonio que le da un tono cálido a la historia. A pesar del tono, la serie no teme en detallar los problemas sociales que existían en Estados Unidos en aquellos años. La joven escritora Peggy (Denée Benton) debe viajar al sur para investigar información para un reportaje sobre las escuelas para negros, lo cual le implica salir de la realidad que la mantiene protegida y enfrentarse a los problemas de violencia racial. Asimismo, la temporada explora el surgimiento de los sindicatos y las huelgas de los trabajadores, cuyas exigencias se resumían a un salario digno y un trabajo de ocho horas.
Debido a los problemas suscitados por la huelga de guionistas y actores de este año, la emisión de la serie cambió de los lunes a los domingos y, sin duda, le benefició, ya que este horario hizo verla como un contenido importante para HBO. El final de temporada fue tan satisfactorio por la resolución de sus historias y lo que promete. La tercera temporada ya fue confirmada y, seguramente, por la confianza que tiene el canal en su contenido, captará a un mayor público y la historia será aún mejor de lo ya visto.