Temporada 2, columna #61 | ReporTrendings por ReporTrejo
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¿Era necesario contar nuevamente la historia de Selena? Comienzo con una pregunta, porque luego de terminar de verla esa fue la duda que me surgió. Pero vayamos a la reseña.
Este fin de semana Netflix estrenó una nueva versión de la historia de la Reina del Tex-Mex, Selena Quintanilla y los resultados están dividiendo opiniones. Esta es la única versión autorizada por la familia Quintanilla, donde además Suzette Quintanilla funge como productora ejecutiva de la serie.
La producción comienza con la infancia de la cantante tejana, una niña nacida en una familia con raíces mexicanas y una larga tradición musical. De igual manera, esta nueva mirada a la vida de la cantante se centra mucho en la familia Quintanilla. Podemos ver las peripecias y problemas que enfrentan desde el patriarca Abraham, la compañía de la madre y, por supuesto, las inquietudes de los hermanos de Selena.
Como les mencione unas líneas atrás, curiosamente (obviamente si es productora, se puede dar más protagonismo) la hermana adquiere más importancia dentro de la trama, al igual que AB. Esto hace que incluso Selena se vea opacada por historias secundarias que tampoco es que aporten algo nuevo o trascendente sobre la vida de la querida Sel.
Para serles sinceros, lejos de ser una experiencia grata el ver los nueve capítulos, (realmente sí no puedo decir que la padecí), sí puedo acotar que fue más un ejercicio profesional (por el hecho de verla para poder comentarla) que un goce. Incluso confieso que los primeros dos capítulos me provocaron un efecto soporífero.
Sin duda alguna, puedo comentarles que los últimos tres episodios son los que realmente llegan a generar una conexión con la fallecida cantante, porque los primeros seis no logran aportar algo importante de la de por sí corta carrera de la querida estrella musical. La producción es de muy buena manufactura y se nota la inversión del gigante del streaming, aunque las caracterizaciones y la ambientación no logran ser del todo convincentes.
Selena es interpretada por Christian Serratos (Rosita en The Walking Dead), y aunque hace un buen esfuerzo por capturar su frescura y singularidad, queda un poco relegada o perdida por las demás historias. Ni hablemos de quienes comentan del poco parecido físico. Lo que sí es un gusto es volver a ver a Ricardo Chavira (Carlos en Desperate Housewives) dentro del reparto. Además de poder escuchar los temas emblemáticos de la cantante y Los Dinos.
La mirada femenina de la dirección se llega a notar: Hiromi Kamata (Dragonball Evolution) y Katina Medina Mora (Sabrás qué hacer conmigo) son las encargadas de este trabajo de la coproducción de Netflix, Campanario Entertainment y Baja Estudios.
Las comparaciones con la película de Gregory Nava y que catapultó a la fama a Jennifer López son inevitables y gana la película; pero comparada con El secreto de Selena, de Telemundo, la versión de Netflix se la lleva de calle. Por cierto, la serie tendrá dos temporadas de nueves capítulos cada una, así que no se preocupen porque la parte de la historia (y la más morbosa) que todos conocemos aún no ha sucedido.
Con esto me despido y les respondo la pregunta del principio: No era necesaria otra versión de la historia de Selena. Pero hoy, al igual que siempre, sean ustedes quienes otorguen la última opinión.
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