Columna #234 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Instagram: @beepbeeprichiemx | X: @beepbeeprichieX
Las puertas a los espíritus se han abierto. Los estudios A24, que se han caracterizado por producir algunas de las mejores propuestas de terror en la última década, como La bruja, Hereditary, X y varias más, vuelve a sorprendernos con Háblame (Talk to me), una ingeniosa película que navega entre el terror, el suspenso, el gore, y temas como la pérdida y el desamparo, logrando un relato turbio.
La cinta nos lleva hasta una ciudad en Australia, donde hay un reto entre jóvenes que se ha hecho viral en redes sociales. La apuesta consiste en sujetar una mano de cerámica durante 90 segundos y después de decirle “háblame” permites que un espíritu se apodere de ti. Algunos aseguran que la mano perteneció a alguien que practicaba artes oscuras, mientras que otros aseguran que era de un espiritista. La única certeza es que se puede volver peligroso.
Cuando Mia (Sophie Wilde) asiste a una fiesta junto a su amiga Jade (Alexandra Jensen) y el pequeño hermano de esta Riley (Joe Bird), acepta participar en este juego siniestro. La adolescente perdió a su madre tiempo atrás y desde entonces siente cierta indiferencia por el mundo, así que esto le podría dar una oportunidad de sentir una emoción fuerte. Sin embargo, más tarde todo se complica, cuando alguien del grupo sobrepasa el tiempo estipulado y un ente amenaza con no dejarlos en paz.
Los hermanos Danny y Michael Philippou, quien saltaron a la fama como un par de youtubers conocidos como RackaRacka, hacen su debut en la pantalla grande con un relato estremecedor y brutal capaz de sacar algunos sobresaltos, ninguno de ellos gratuitos, pero cuya oscuridad emana mayormente del interior de los personajes.
Su protagonista es presa de la soledad y el dolor, y está llena de preguntas sobre la muerte de su madre, y desea continuamente volver a tener un contacto con ella. Así, mientras padece el distanciamiento con su padre, intenta no perder a la familia que le ha abierto las puertas de su casa, Jade, Riley y la madre de estos, Sue (Miranda Otto). Es como seguir un coming-of-age pero en una versión de horror.
Talk to me incorpora elementos tradicionales de las películas de terror sobre posesiones, sin embargo sus responsables los traen de forma ingeniosa al mundo moderno de las redes sociales y de jóvenes sintiendo vacíos interiores, y con un toque de drama psicológico, conjugando una atmósfera espeluznante de inicio a fin.
La música estridente y el trabajo de maquillaje, para mostrarnos las posesiones, son capaces de erizar la piel y convertir la experiencia en algo perturbador, sobre todo en esas sangrientas escenas que te harán removerte de tu asiento. La piel se va helando de camino a un desenlace impactante.
Quizá la pequeña falla de Háblame es que en su hora y media de duración no logra explorar tan a profundidad los sentimientos de su protagonista. El origen de la mano también es algo que genera incógnitas, pero que, por otra parte, nos abre la posibilidad a conocer más sobre esto en una secuela (ya confirmada por los propios estudios). En definitiva, mientras que a nivel narrativo la película nos abre un portal al inframundo, a nivel producto marca el inicio de una franquicia que podría dejar huella para el terror contemporáneo, capaz de estremecer al espectador.
Dejar una contestacion