Columna #200 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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David Gordon Green trae de regreso al conocido Michael Myers en Halloween kills, para seguir sembrando el terror en Haddonfield. Pero contrario a su trabajo de 2018, que si bien no igualó a la de 1978, poseía ciertas virtudes y elementos nostálgicos, incluyendo el regreso de Jamie Lee Curtis en el papel principal; esta vez llega con una narrativa más llena de tropiezos.
La historia arranca justo donde acabó la predecesora. Anteriormente vimos que Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) se preparó durante 40 años, esperando el momento de toparse frente a frente con Michael Myers para acabar con él. Y sus súplicas sucedieron. Myers logra escapar y vuelve al lugar donde, en los años 60, asesinó a su hermana. Strode lleva a cabo un plan y termina por encerrar en llamas al asesino, creyendo haber acabado por fin con él. Pero Michael logra escapar, y en esta cinta, lo veremos seguir su masacre.
Mientras que Halloween de 2018 incluía atisbos o secuencias similares a la cinta de 1978, Halloween kills termina por desplomarse para reducir su narrativa a una máquina de sangre y brutalidad, a veces innecesaria. Por si fuera poco, la cinta aleja a sus protagonistas para incorporar un raro subtexto de pánico colectivo, que no resulta más que confuso.
La película incorpora personajes conocidos de la cinta original, algunos de ellos interpretados por los mismos actores y algunos más por otros. Así, aparecen, por ejemplo Tommy Doyle (Anthony Michael Hall), el niño que Laurie cuidara como niñera; Lindsey (Kyle Richards), la vecina y amiga de Tommy 40 años atrás; Marion Chambers (Nancy Stephens), la asistente del Dr. Loomis; y hasta una breve aparición del policía Leigh Brackett (Charles Cyphers), quien perdiera a su hija en la matanza del 78.
Pero como parte de la reunión acrecentada quien queda fuera es la figura principal, Laurie Strode. El personaje de Jamie Lee Curtis, sin ser spoiler y más bien un hecho evidente desde el inicio por su estado, queda fuera de la acción principal. Al igual que sucediera en Halloween II, su aparición sucede entre los pasillos de un hospital, aunque esta ocasión reduciendo su participación a algo de menor peso. Quizá desde el anuncio de Halloween kills debimos presentir que el encuentro final entre Strode y Myers se prolongaría lo más posible, pues nos falta una película más para conocer el desenlace.
El regreso de hace tres años incluyó dos final girls, Judy Greer y Andi Matichak, quienes estuvieron involucradas en situaciones importantes. Por su parte, esta cinta desvía su atención durante gran parte hacia los habitantes del pueblo, quienes liderados por Tommy Doyle están dispuestos a tomar justicia por mano propia, gritando repetidamente “el mal termina esta noche”.
Aquí es cuando se incluye un raro argumento que señala que Michael Myers representa maldad pura, tratando de justificar su casi inmortalidad, y que lo perfila como algo más sobrenatural, capaz de alimentarse de los demás. Su crueldad ha sido capaz de enfermar al pueblo de Haddonfield. Dicha argumentación se siente más lejos del personaje creado por John Carpenter y Debra Hill y parece más cercano a Eso, de Stephen King, un ente que suscitaba la maldad en Derry y se alimenta de las personas del lugar. Aunque la idea, después de todo, ya no resulta descabellada después de tanta sobrevivencia del asesino.
En definitiva, resulta lamentable que después de tantas secuelas, versiones y cambios, se siga sin aterrizar las continuaciones de Halloween en buen puerto, y después de lo entregado en esta cinta la preocupación de muchos fans debe estar latente por el final que tendrá la historia en Halloween Ends. Ahora no queda más que esperar un año para saberlo y ver si, por lo menos, se recupera un poco el buen sabor de boca.
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