Frente a la pantalla: Crítica a ‘La cabaña siniestra’

Columna #107 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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Incomodidad y estómagos oprimidos es algo que, sin duda, causa La cabaña siniestra, la nueva cinta de terror que llegó este fin de semana a algunos cines de México y que desde principios de 2019 fue estrenada en el Sundance Film Festival.

Esta cinta británica-estadounidense es escrita y dirigida por los austriacos Severin Fiala y Veronika Franz, quienes en 2014 saltaron a la fama con la también película de terror Buenas noches, mamá.

La trama sigue a los hermanos Aidan (Jaeden Martell) y a la niña Mia (Lia McHugh), quienes luego de vivir un episodio de separación entre su madre Laura (Alicia Silverstone) y su papá Richard (Richard Armitage), deben acostumbrarse a la nueva vida con este. Esa nueva vida incluye tratar de establecer una relación con Grace (Riley Keough), la novia de Richard.

La desconfianza que sienten Aidan y Mia por la mujer los lleva a investigar que Grace es la única sobreviviente de un suicidio masivo por parte del padre de esta, y líder de una secta cristiana, así como de miembros del grupo. Para lograr que sus hijos y su novia tengan una relación más cercana, Richard planea un viaje navideño hasta una cabaña retirada. Las cosas se complicarán y se pondrán más difíciles cuando él deba volver por cuestiones de trabajo, mientras que su pareja y los jóvenes permanezcan aislados.

La cabaña siniestra nos introduce en una atmósfera inquietante y latentemente incómoda, y que por sus características nos remite a un ejemplo de aislamiento en el cine de terror, rodeado de nieve y una tormenta que mantendrá a sus personajes resguardados, sin escapatoria fácil: El resplandor. La buena fotografía juega un papel fundamental para lograr esta presencia opresiva.

Desde los primeros minutos de la película, la historia no abandona el misterio y presenta escenas verdaderamente frías que pondrán a revolotear más de un estómago por el impacto de sus imágenes. Conforme avanza la trama, más oscuridad arraiga y la intensidad encamina a un lugar realmente siniestro y espeluznante.

Sin embargo, aunque la historia parece establecer un género preciso de terror, luego sus escenas parecen querer confundir al espectador, con acercamientos a lo sobrenatural, y que de pronto desvían la atención del punto base que es la locura que empieza a manifestar Grace. Además, aunque muchos giros intenten realizarse, la historia llega a percibirse un tanto predecible para aquellos que ya vieron Buenas noches, mamá.

Nuevamente, Fiala y Franz se encaminan a contar una relación entre padres e hijos, aunque aquí vemos con menor profundidad la interacción entre Aidan y Mia con Richard, y se privilegia el difícil contacto entre Grace y sus futuros hijastros. Así, establecidos más en el aspecto psicológico de sus protagonistas, lo demás sale sobrando.

La cinta, además, cuenta con las buenas actuaciones de Jaeden Martell y la pequeña Lia McHugh, pero sobre todo de Riley Keough, quien poco a poco va deformando su personaje. Así, la atención permanece sobre la pantalla en todo momento.

En definitiva, La cabaña siniestra es un interesante ejercicio donde puede aplicar aquella frase de “procura no jugar con fuego, porque te puedes quemar”. La alarmante atmósfera envuelven fácilmente para llevarnos a un encierro estremecedor. Por su parte, ciertos aspectos del guion puede ser predecibles para aquellos que vieron Buenas noches, mamá, sobre todo en base a los actantes, pero el final será muy diferente.

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