Columna #130 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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En medio del encierro por la pandemia que atravesamos, Netflix llega con su nueva cinta Misión de rescate (Extraction) repleta de acción y una carnicería sin censura que la han llevado a clasificarla como R por su notable violencia. Y si bien nos lleva a un viaje en que sus escenas de acción nos atrapan, el resto no tiene mucho que aportar.
Esta cinta se trata del debut como director de Sam Hargrave, conocido hasta ahora por ser el coordinador de acrobacias en películas como Capitán América: Civil War, Avengers: Infinity way, Avengers: Endgame, entre muchas más. Mientras que la producción y el guión están a cargo de los hermanos Russo, Joe y Anthony, basada en la novela gráfica Ciudad, de Ande Parks.
La historia está protagonizada por Tyler Rake (Chris Hemsworth), un mercenario que recibe una importante misión y quizá la más difícil de su vida: debe salvar a Ovi Mahajan (Rudhraksh Jaiswal), el hijo adolescente de un mafioso de Mumbai que ha sido encarcelado. Ovi ha sido secuestrado por el rival de su padre, Amir (Privanshu Painyuli), un sádico asesino que no se detiene ante nada, ni nadie. Así, y a pesar de lo mortal que eso significa, Tyler se embarca en la misión a cambio del dinero que prometen darle a cambio.
Misión de rescate nos lleva en una aventura en la que su director Sam Hargrave se esmera por hacer uso de su experiencia acrobática en escena y toma la cámara para seguir grandes escenas de acción, incluyendo un poderoso plano secuencia. Sin embargo, a nivel historia no hay casi nada que rescatar.
La película tiene como personaje principal a un hombre atormentado (bastante cliché de este tipo de películas), del que no conocemos bien su pasado, pero sabemos que es doloroso por una serie de flashbacks donde aparece un niño en la playa, y que podemos intuir se trata de su hijo, manteniendo rígido y aparentemente desinteresado de la vida al personaje de Hemsworth.
El desdoblamiento de Tyler Rake llega cuando su relación con Ovi Mahajan se empieza a volver más cercana y paternal (no es ningún spoiler esto último, pues el rescate ocurre más pronto de lo que se cree). Precisamente la relación entre estos dos personajes es uno de los puntos más fuertes y atrayentes, y una casi entrevista de Ovi hace Tyler nos revela más sobre este y nos otorga a nosotros como espectadores el momento más sensible del protagonista.
Lamentablemente, fuera de Hemsworth, Jaiswal y Randeep Hooda como Saju, el resto del reparto está perdido en personajes simples y planos, y actuaciones igual de grises que no no generan empatía ni interés. O qué decir del villano principal, cuyas escenas giran alrededor del sadismo y la poca importancia a matar a sus empleados, generando terror entre ellos. Incluso la participación de David Harbour no genera mucho más que un poco de suspenso.
Así como el rescate de la película gira alrededor de un joven adolescente, el rescate de esta producción tiene como defensor las grandiosas escenas de acción. Incluso, como ya había mencionado anteriormente, uno de los mejores momentos llega con un plano secuencia de casi 10 minutos, tan grato como en la última película que había utilizado esta técnica, la nominada al Óscar 1917.
Aunque evidentemente el plano secuencia tuvo algunos trucos de corte y edición, y fue grabado en al menos unas tres tomas, la experiencia vibrante que nos deja es maravillosa y la coreografía es exquisita, especialmente la realizada por Hemsworth y Randeep Hooda. Se agradece al director Sam Hargrave por arriesgar y lograr algo tan estupendo como esta escena y no limitarse a mostrarnos una serie de combates y balazos.
En definitiva, Misión de rescate nos trae un montón de encuentros llenos de acción que resultan interesantes gracias a la visión de su director por hacerlas diferentes y poner el ojo en lugares poco comunes, en movimiento y denegar el privilegio a lo estático, provocando finalmente un poco de emoción. El trabajo de Sam Hargrave para un debut parece bastante prometedor, aunque el guion tan sencillo y hasta torpe parecen limitar los logros generales a un nivel apenas de conformidad.
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