Columna #231 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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Durante décadas y décadas, la figura del “coco”, como una figura amorfa y casi enigmática; o la del “hombre del costal”, generalmente asociado con un hombre humano, han aterrorizado a los niños. Para el director Rob Savage, la figura de su nueva cinta de terror The boogeyman: tu miedo es real, debía ser un demonio físico al cual sus protagonistas puedan enfrentar.
Basada en un relato del maestro del terror Stephen King, la narrativa de esta película sigue a la familia Harper, quienes acaban de enfrentar la pérdida de la matriarca en un accidente. Mientras que las hermanas Sadie (Sophie Thatcher) y la menor Sawyer (Vivien Lyra Blair) deben enfrentar el duelo en terapia, su padre, el psicólogo Will (Chris Messina), se vuelve reservado y casi ajeno a los sentimientos de sus hijas.
La situación en casa se vuelve más complicada cuando Will recibe la inesperada visita en su consultorio de Lester Billings (David Dastmalchian), un hombre traumatizado con la muerte de sus tres hijos, quienes fueron muriendo uno a uno. El responsable de esas desgracias, afirma Lester, fue un ser oscuro. Lo único que pide el sujeto es comprensión, pero después de una charla termina muriendo en una de las habitaciones. El monstruo termina finalmente habitando un nuevo hogar y aterrorizando a los Harper. Las hermanas, principalmente Sadie, deberán encontrar una solución, antes que ese ser termine con otro miembro más de la casa.
Mientras que el relato de King solo aborda la conversación entre el psicólogo y Lester, los responsables de la película expanden más la historia y en The Boogeyman: tu miedo es real nos envuelven en una narrativa oscura, donde pesan la tristeza y el duelo de la familia, pero que a veces se siente un poco aletargada.
Los guionistas Scott Beck y Bryan Woods, también detrás de Un lugar en silencio, vuelven a jugar con el recurso de mostrarnos escenas insonoras durante la primera parte, tratando de crear tensión antes de revelarnos el rostro y la forma de su monstruoso villano y agregando algunos efectivos jump-scares. Si bien esas pequeñas dosis generan expectativa, con el paso del tiempo resulta necesario algo más contundente y aterrador, más allá de la atmósfera oscura.
El monstruo al que se enfrentan los protagonistas, dice en alguno de los momentos otro de los personajes, “ataca a los vulnerables y a los que sufren”, por un lado como algo genérico habita la oscuridad, pero también “es como un eco, hasta puede imitar voces”. Las características parecen ir más de la mano con la intención de la historia, donde el enfrentamiento de ese monstruo con los protagonistas llega a sentirse más como una metáfora a su situación personal de pérdida, de dolor. Lamentablemente no se equilibra tanto la balanza entre el dolor interno y el terror físico, y eso hace que las promesas de la cinta con su pureza de terror sean menos fuertes.
A pesar de ello, la película cuenta con buenas actuaciones, en especial de Sophie Thatcher que parece entender bien cada situación, Chris Messina que muestra genuinamente el dolor y la enajenación, y David Dastmalchian con su aflicción y culpa, aunque hubiera sido maravilloso verlo más en escena.
Por otra parte, el monstruo nos remite mucho a las criaturas salidas de Stranger things, y claro, no podría ser para menos cuando Shawn Levy, el productor de dicha serie, también tiene el mismo rol en esta cinta de terror.
En definitiva, The boogeyman: tu miedo es real es una cinta a la que le faltó ajustar las tuercas de lo que quería contar, y si un monstruo, por decirlo mítico, iba a estar dentro, lo justo hubiera sido darle mayor participación. Descendemos a un lugar oscuro y al dolor, sí, y su criatura es escalofriante también, pero a veces su ritmo y falta de determinación para crear algo más demencial la llevan a momentos de indiferencia.
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