Columna #74 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Instagram: @beepbeeprichiemx | FB: Divagadas presenta: Richard Osuna
Los queridos personajes de Hawkins están de regreso con la tercera temporada de Stranger things para entregarnos la temporada más emocionante, ágil y entretenida, hasta ahora. Stranger things pasa de ser una serie buena a secas a convertirse en algo mucho más grande que evocar solo a la nostalgia de los 80’s y a las referencias de la cultura pop.
Luces neón y colores brillantes, los hermanos Duffer vuelven a reinventar su serie dejando un poco de lado el misterio y la oscuridad de las temporadas anteriores que hasta se volvían repetitivas en la misma entrega. En esta tercera parte siempre está pasando algo.
La historia arranca en el verano de 1985, días antes a la celebración del 4 de julio. El tema de conversación que no deja de escucharse en el poblado es el nuevo centro comercial Starcourt, lugar al que acude la mayoría de la gente y que ha dejado vacías las tiendas del centro. Pero cuando todo parece tranquilo, suceden varias cosas extrañas (sí, como ya el título de la serie lo anuncia), que llevará a casi todos los personajes del reparto en una investigación detrás de esos sucesos.
Los personajes principales del reparto infantil, Mike (Finn Wolfhard), Will (Noah Schnapp), Lucas (Caleb McLauughlin), Dustin (Gaten Matarazzo), Eleven (Millie Bobby Brown) y Max (Sadie Sink), han crecido y ya no son los niños que conocimos al inicio. Aquí nos dan un primer vistazo a los problemas que enfrentan, como el amor y la amistad, en su entrada a la adolescencia.
En esta temporada, Eleven deja de ser el centro de atención, permitiendo que todos los personajes luzcan. Tenemos a Nancy (Natalia Dyer) y Jonathan (Charlie Heaton) trabajando en el Hawkins Post, quienes siguen una investigación por su cuenta, aunque las ideas de Nancy son discriminadas con comportamientos sexistas. Por su parte, Steve (Joe Keery) trabaja en una tienda de helados, lugar en el que conoce a Robin (Maya Hawke), una chica que, sin duda, roba la atención de varias escenas en las que aparece.
Y qué decir de Hooper (David Harbour) y Joyce (Winona Ryder), que forman una dupla increíble, la segunda dejando de ser [¡al fin!] el papel de madre preocupada de las temporadas anteriores. Y finalmente tenemos al encantador pero rebelde Billy (Dacre Montgomery), que tiene un nuevo empleo como salvavidas en un balneario y que hace desempeña un papel increíble a lo largo de la temporada.
En la tercera temporada de Stranger things cada inicio y final de capítulo están cargados de expectativa y emoción, dejándote con ganas de más. Es muy difícil no ceder a un maratón de dos o tres sentadas cuando mucho. En especial, desde el capítulo 4 y hasta el final de temporada no encontraremos más que capítulos excelentes, cosa que nunca habíamos tenido en esta serie de forma tan continua.
Si las referencias anteriores a Stephen King, Steven Spielberg, George A. Romero, entre otros, no habían sido suficientes, esta vez se agregan unas más como a James Cameron, John Carpenter y Robert Zemeckis. De forma tanto visual, como en los diálogos encontramos referencias a Volver al futuro, Rambo, y muchos más. Incluso en la creación de personajes tenemos uno claramente inspirado en Terminator, tanto que hasta el nombre de Arnold Schwarzenegger se llega a mencionar.
El trabajo de calidad visual han sido una de las cosas que más ha crecido y aquellos efectos pequeños de la primera temporada han quedado lejanos. Los efectos especiales de esta temporada son tan grandiosos que incluso llega a perderse la línea entre la realidad y la ficción. De verdad, de una calidad impresionante.
En definitiva, Stranger things 3 seguramente será uno de los mejores productos del verano. No hay forma de no disfrutar de esta entrega, sobre todo desde la mitad hasta el final, en la que se imprime un espíritu total de acción. Los personajes han crecido, las referencias al cine de antaño se notan mucho más genuinas, los efectos son mucho más extraordinarios y todo ello en conjunto logran que esta temporada sea para aplaudirse.
Dejar una contestacion