Columna #153| Frente a la pantalla por Richard Osuna
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El aclamado director Luca Guadagnino, más conocido por sus recientes películas como Call me by your name y Suspiria, debuta en la televisión con la miniserie We are who we are, de la mano de HBO. El director, al igual que en su película de 2017, nos lleva a Italia para contarnos una historia de autodescubrimiento, pero esta vez insertado en el contexto actual y teniendo como marco una base militar.
La historia nos lleva al 2016 (lo sabemos más concretamente por un anuncio de Trump a punto de ganar las elecciones) y sigue de inicio a Frazer (Jack Dylan Grazer), un adolescente que debe de mudarse de Nueva York a una unidad militar estadounidense en Chioggia, Italia con sus dos mamás, Maggie (Alice Braga) y Sarah (Chloë Sevigny), pues esta segunda se convertirá en la comandante de reemplazo.
No pasa mucho tiempo para que Frazer comience a explorar el lugar y en uno de esos momentos termina topándose con un grupo de hombres desnudos en las duchas, pero es Jonathan (Tom Mercier) por quien rápidamente siente una atracción sexual. A la par, Frazer conoce a Caitlin (Jordan Kristine Seamón), una misteriosa chica con la que sienta una amistad, pero todos los amigos de ella entienden como un noviazgo. Quizá eso sea lo más conveniente para ambos, quienes hacen un trato, a medida que sus preferencias sexuales se van desdoblando.
We are who we are es un trabajo fino y delicado sobre el autodescubrimiento sexual y la identidad cultural. La miniserie está más centrada en explorar las emociones de sus personajes que en construir una historia concreta, logrando sostenerse gracias al extraordinario trabajo poético de Luca Guadagnino en el guion y la dirección.
La miniserie, como ya habíamos mencionado antes, tiene como punto de arranque la llegada de Frazer a la base militar. La personalidad volátil del chico, su difícil y agresiva relación con su madre Sarah, y una serie de trastornos que parece tener resultan un tanto difíciles al inicio. Por otra parte, su complexión, su inocencia y su interés por los libros llegan a recordar ligeramente a Elio (Timothée Chalamet) en Call me by your name.
Es desde el segundo capítulo y cuando seguimos el mismo día del capítulo uno, pero ahora a través de la mirada de Caitlin, cuando las cosas se empiezan a hacer un poco más claras y más interesantes. Caitlin tiene una relación cercana con su padre Richard (Scott Mescudi), cosa que con su madre Jenny (Faith Alabi) no existe. Caitlin gusta de la ropa masculina, conoce poco su cuerpo, y al lado de Frazer comienza a investigar más sobre lo que la transexualidad significa.
Y a partir del tercer capítulo (el mejor episodio hasta ahora) cuando la mirada se abre hacia los padres de Caitlin y las madres de Frazer, además de dar mayor peso al resto del elenco joven como la grandiosa y coqueta Britney (Francesca Scorsese e hija del famoso cineasta Martin Scorsese) o el celoso hermano mayor de Caitlin, Danny (Spence Moore II), cuando la serie termina por soltar todo su potencial.
Aunque Luca Guadagnino aseguró recientemente en una entrevista que nunca había terminado una serie y que sus comentarios se pueden entender como que la televisión y las series son un trabajo menor, el creador ha sabido dosificar y armar bien los episodios. Aunque todos los capítulos se titulan “Right here, right now” y solo cambian los números, todos gozan de una estructura y ninguno termina como si simplemente se hubiera cumplido una medida de tiempo. Y eso, no solamente se debe al responsable de edición, aunque Guadagnino no muestre interés.
Al igual que sus más recientes trabajos, We are who we are tiene una naturaleza única, marcada por una fotografía preciosa, un gran trabajo de edición, unas composiciones musicales perfectamente acordes con la historia, así como las actuaciones sinceras y que parecieran tan comunes en el elenco. Al ver en pantalla al reparto, el espectador siente de verdad a cada actor inmerso en su personaje y logran transmitir una sensación de realidad en ellos. La espontaneidad en la lente de Guadagnino juegan un papel fundamental y se traduce como magia pura.
En definitiva, a pesar de que las comparaciones de algún sector no falten con otro de los últimos éxitos juveniles de HBO, Euphoria, We are who we are tiene su propia identidad, así como su propio estilo narrativo y visual. ¿Cómo fue aquella sensación del primer amor?, ¿cuándo comenzamos a descubrir nuestro sexo y nuestra sexualidad?, ¿en qué momento nos sentimos parte de una cultura y de una sociedad?
Los personajes de la miniserie tienen mucho que preguntarse y quizá a nosotros los espectadores nos haga recordar algún par de vivencias o dar respuestas a esas mismas preguntas. Aunque las primeras señales se han manifestado y las primeras capas están abiertas, aún queda medio trayecto por explorar. Aún nos falta conocer más de la relación de Frazer y Jonathan, los sentimientos de Caitlin y seguir enamorados de Britney.
* Esta columna se escribió en base a los primeros cuatro episodios (de ocho), ya transmitidos en HBO. Nuevos episodios todos lunes a las 10pm (CDMX) y al mismo tiempo disponibles en HBO GO.
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