Columna #10 | Caleidoscopio por Miguel Parpadeos
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Aquello que nuestra mente imagina es peor que la realidad. Bajo esta premisa se han creado grandes momentos de suspenso y terror que nos mantienen enganchados a una historia. La razón es sencilla: la falta de información o limitar los sentidos puede llevar a la cabeza a maquinar los peores escenarios y monstruos. Este concepto es la base para la serie Calls de Apple TV+, donde a través de escuchar conversaciones telefónicas acompañadas de algunos elementos visuales nos cuentan una historia sobre el fin del mundo.
Producida en conjunto con el canal francés Canal+, la antología está integrada por nueve relatos independientes el uno del otro donde se mezclan la ciencia ficción, el suspenso y el horror. En más de un momento de la serie, es imposible no pensar en La dimensión desconocida (The Twilight Zone) con los personajes sumergidos en situaciones extrañas y cuya solución es tanto inesperada, como aterradora. El único hilo conductor es el misterio de un escenario apocalíptico, donde el espectador deberá unir las diferentes pistas para descubrir qué fue lo que llevó al mundo a esa terrible situación.
Lo más atractivo de esta serie es la forma en que nos cuentan cada uno de los relatos. Sin tener ninguna escena grabada, se presentan las conversaciones entre diferentes personajes; algunas de ellas entre amigos y familia, otras son llamadas de emergencia al 911 y unas cuantas recuperan mensajes de voz. Entre los actores que participan en el proyecto están Aubrey Plaza, Nicholas Braun, Karen Gillan, Lily Collins, Rosario Dawson, Aaron Taylor-Johnson, Pedro Pascal, Nick Jonas y Joey King, Jaeden Martell y Danny Pudi.
Lo único que aparece en la pantalla de televisión son los nombres y diálogos de forma dinámica. Diferentes gráficos geométricos determinan la posición de estos elementos dependiendo de la historia para crear una sensación de distancia de tiempo o espacio entre personajes. Esta decisión creativa obliga a las personas a prestar atención a cada frase de los protagonistas de los relatos, al mismo tiempo que la parte gráfica enfatiza palabras o sentimientos.
Aunque se pensaría que este producto es un experimento de la pandemia, donde la situación global impidió que se reuniera este elenco de actores para grabar en locación, esto es totalmente erróneo. El proyecto nace de la mente del director y guionista francés Timothée Hochet a través de un cortometraje en Youtube con el mismo título de la serie que publicó en 2016. La presentación es una pantalla en negro, con los nombres de los personajes iluminándose con cada intervención.
En dicha historia, Tom y Lucie platican sobre su situación de pareja, debido a que ambos se encuentran en diferentes ciudades; por el intercambio de palabras, es claro que la distancia los está afectando. Esto se reafirma cuando Tom recibe la llamada de Laura, la nueva mujer con la que está saliendo, quien le avisa que irá a su departamento al salir de su trabajo. Este intercambio de llamadas cambia cuando Lucie vuelve a marcarle para decirle que hay un misterioso hombre afuera de su casa. Unas horas después, Laura habla con Tom para avisarle que sigue en el trabajo, pero el joven se sorprende. Si ella no ha llegado a su departamento, ¿quién es la persona que está en su cama y a quien le hizo el amor? Los tres personajes deberán descubrir el verdadero horror de la situación.
El concepto le resulta atractivo a Canal+ y decide desarrollarla como una serie. Posteriormente, el proyecto fue adquirido por Apple TV+. El responsable de la versión estadounidense es el uruguayo Fede Álvarez, quien se dio a conocer gracias a la película No respires (Don’t Breathe, 2016). El primer episodio de esta serie es una adaptación del cortometraje de Hochet, que mantiene la esencia de la versión original.
Este nuevo experimento, sin duda, pone a tela de juicio si realmente es una serie de televisión o si es meramente un podcast con los gráficos del Reproductor de Windows Media. En algunos relatos funciona de manera increíble las figuras que acompañan las conversaciones, en especial en la segunda mitad de la temporada, pero hay otras donde no aportan mucho a la experiencia.
La serie Calls triunfa en la calidad de la colección de relatos y el efecto que produce en el espectador gracias a la presentación audiovisual. Si se hubieran realizado todas estas historias de la manera tradicional, probablemente no habrían tenido el mismo efecto. La imagen en nuestras cabezas es peor que cualquier imagen que hubiera sido creada por otra persona, y ese horror es el que más entretiene.
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