Columna #15 | Caleidoscopio por Miguel Parpadeos
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A principios de los noventa hizo acto de aparición Sailor Moon, una estudiante torpe y dormilona que se transformaba en la guardiana que luchaba por el amor y la justica. A través de sus aventuras, peleas, transformaciones mágicas y romance, el personaje es hoy en día uno de los más icónicos de la cultura pop en Japón y en el mundo. Creada por Naoko Takeuchi, su historia comenzó en las páginas de la revista Nakayoshi en 1991 y un año después saltó a la pantalla chica como serie animada. Desde entonces el éxito ha sido innegable. A lo largo de tres décadas han surgido tres largometrajes, una serie live-action, novelas, obras de teatro musical, videojuegos, atracciones en parques de diversiones, colecciones de ropa, juguetes y mercancía de todo tipo. El más reciente trabajo de animación de esta franquicia es Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película, dos nuevos largometrajes animados distribuidos a través de Netflix de esta chica mágica y sus amigas.
Esta cinta sigue la más reciente adaptación del manga que empezó en 2014 titulada Sailor Moon Crystal, la cual busca contar la historia más apegada a la historia de Naoko Takeuchi. Cabe recordar que la serie de los noventa tenía la estructura de “monstruo de la semana”, muchos episodios de relleno y cambios en la trama, a pesar de llegar a las mismas conclusiones que su contraparte en papel. Además, esta serie buscaba complacer a los fans que crecieron con el personaje y de paso darles la bienvenida a nuevas generaciones. A lo largo de tres temporadas, cubrieron las primeras tres partes del manga. No obstante, la casa de animación Toei Animation tomó la decisión de continuar el siguiente capítulo de la historia en formato de película.
Aunque es presentada en la plataforma de Netflix como una sola, en realidad son dos largometrajes que cubren la totalidad del arco Dream, cuarta y penúltima parte de la historia. Cabe recalcar este dato, porque si una persona nunca vio la serie de los noventa o la más reciente, estas películas no son el mejor punto de inicio. La primera parte estaba programada a estrenarse en Japón en septiembre de 2020, pero la pandemia de COVID-19 cambió la fecha al 8 de enero de 2021; la segunda parte llegó a cines hasta el mes siguiente.
La historia se desarrolla de la siguiente manera. En la primera película empieza con la llegada de un misterioso circo llamada Dead Moon después de un eclipse solar. Al mismo tiempo, Chibiusa es contactada en sus sueños por un pegaso llamado Helios que le pide su ayuda para encontrar el cristal dorado. Las sailor guardians deberán enfrentar a los nuevos enemigos, quienes crean pesadillas para poder apoderarse del planeta. En la segunda película, todas las guardianas se reúnen para combatir a la reina Nehelenia, la mujer quien está detrás de este ataque.
Para quienes han seguido la adaptación de la serie Crystal, encontrarán un mayor desarrollo de las principales sailor guardians. Si bien todas han tenido sus momentos protagónicos en las partes previas, en esta ocasión se conoce más sobre el aspecto familiar, sus deseos y metas a futuro. El personaje de Chibiusa se enfrenta a situaciones que la harán madurar más, algo que la aleja aún más de la versión de los noventa donde era puesta como una niña caprichosa. Se incorporan momentos cómicos como son ilustrados en el manga, aspecto que faltó un poco en las primeras dos temporadas. Hacia el final de la historia, el enfrentamiento de todas las guerreras muestra los ataques con una mejor animación y una conclusión con muchos momentos épicos.
Aunque parezca difícil de creer, ambas películas logran contar los once capítulos que comprende esta parte del manga. Si fue la mejor decisión haberla adaptado como largometraje en lugar de haber realizado una cuarta temporada, depende de cuál película estemos hablando. La primera parte es la más débil de las dos y no es porque la historia sea mala. Como la trama se detiene a explorar a cada una de las guardianas, se sienten fragmentos que se juntaron y que hubieran funcionado a la perfección como episodios individuales para televisión. En cambio, la segunda parte se beneficia del presupuesto para película y, como se centra en una batalla, es más concisa la historia y las secuencias de batalla son mucho más vistosas.
La animación tiene una mejora a las temporadas previas de Crystal; sin embargo, dista de ser tan espectacular como otras producciones recientes para cines de otros estudios de animación. Hay momentos donde el dibujo resulta ser detallado y en otros, en especial tomas abiertas de los personajes, baja la calidad; y hasta otros que son estáticos. A pesar de esto, el diseño de personajes parece haber encontrado un estilo definido, retomando lo que Akira Takahashi trajo para la temporada tres e incorporando al equipo a Kazuko Tadano, quien realizó el diseño de personajes para la serie de los noventa y la película Sailor Moon R.
Las dos películas de Pretty Guardian Sailor Moon Eternal: La película, sin duda, son un golpe de nostalgia para quienes crecieron viendo la primera versión de la historia y que dejará satisfechos a quienes han seguido la adaptación de la serie Crystal. Además, la ventaja de ser distribuida por Netflix es que el contenido llega de manera legal y a todo el mundo, convirtiéndolo en una experiencia internacional como ha sido esta franquicia desde sus inicios.
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