Columna #40 | Caleidoscopio por Miguel Parpadeos
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Durante el primer año de lanzamiento de HBO Max, en 2020, una de las series que formó parte del contenido exclusivo de la plataforma fue The Flight Attendant, producida y protagonizada por Kaley Cuoco (The Big Bang Theory). De forma inesperada captó la atención del público y también de la crítica, que a las semanas del término de la primera temporada recibió nominaciones para los Golden Globes de 2021 en las categorías de ‘Mejor serie’ y ‘Actriz de comedia o musical’. Ahora regresa con una segunda temporada para seguir las aventuras de misterios de su impulsiva protagonista.
Basada en la novela homónima de Chris Bohjalian, la historia nos presenta a Cassie Bowden, una sobrecargo que tiene una vida caótica provocado por el exceso de alcohol. Durante un vuelo a Bangkok conoce a un atractivo hombre con quien decide salir cuando aterrizan en la ciudad. A la mañana siguiente, amanece a lado del cuerpo sin vida su nuevo interés amoroso. Sin poder recordar con claridad los eventos de esa noche, debido a lo mucho que tomó, deberá descubrir si ella está involucrada en su muerte o si alguien la quiere culpar por ese crimen.
Lo brillante de la primera temporada fue contar un misterio interesante que recordaba a uno hitckockiano, cuya ingenuidad e impulsividad de la protagonista la llevaba a ponerse en situaciones riesgosas para obtener las siguientes pistas del rompecabezas. Por si fuera poco, se iba revelando que el problema de Cassie con la bebida era en realidad un problema de alcoholismo, una realidad que tendrá que aceptar durante esos episodios.
La segunda temporada nos presenta a una Cassie que se ha mudado a California y que tiene toda su vida en orden. Ha cumplido un año de formar parte de un grupo de alcohólicos anónimos y de no consumir ni una gota de alcohol. Ahora vive en una casa donde pasa gran parte del tiempo con su novio, un guapo fotógrafo con quien tiene una relación estable. Además de su trabajo de sobrecargo, tiene una segunda vida donde ahora ayuda a la CIA a espiar diferentes personas en el mundo, todo esto luego de haber ayudado a resolver el caso de la primera temporada.
Las cosas se complican para Cassie cuando en una misión a Berlin, uno de los objetivos resulta ser asesinado. Para la CIA y el resto del mundo, el asesinato fue provocado por una explosión; para nuestra protagonista, la culpable fue una mujer rubia que ha usurpado su identidad. De vuelta en casa, su equipaje aparece como desaparecido. Cuando por fin lo recupera, encuentra objetos que la apuntan como la responsable del crimen y de los próximos que estén por ocurrir.
Hay muchas adaptaciones de novelas para televisión, cuya primera temporada abarca toda la trama del libro de manera exitosa. Al intentar continuarla, los guionistas deben crear nuevas situaciones para los personajes sin tener la guía de la fuente original. El resultado no siempre ha sido el mejor, ya que se pierde la chispa y la fuerza de todo aquello que la hacía brillante. Casos recientes de esto ha sido The Handmaid’s Tale, Big Little Lies o Game of thrones hacia sus últimas temporadas. The Flight Attendant consigue apenas librarse de esta maldición.
Mientras que el misterio en la primera temporada te mantenía enganchado, el nuevo que han presentado tiene demasiadas tramas y cabos sueltos que es difícil saber a cuál enfocarse y a dónde quieren llevar la historia. Hay momentos que Cassie toma decisiones tan ridículas en cuanto al caso que, en lugar de seguirla apoyando, se vuelve desesperante y hasta por momentos ridículo, por mucho que la propia serie reconozca que sea intencional.
En cambio, la trama del alcoholismo de Cassie le otorga un excelente aterrizaje al vuelo turbulento de esta segunda temporada. El nuevo caso termina por revelarle que su aparente “vida ordena” está lejos de la perfección y las necesidades por consumir alcohol se vuelve un peligro para su sobriedad. Las escenas de la mente de Cassie donde la veíamos hablar con el hombre asesinado de Bangkok en la primera temporada, ahora son de ella hablando con otros yos de su persona: aquella que le encanta la fiesta, la que es perfecta, la pesimista, su yo de adolescente. El caos de su mente empieza a ser tal que vemos al personaje en picada.
Uno de los mejores episodios de esta nueva temporada es el sexto, donde curiosamente el misterio queda en segundo plano y se centra más en el vuelo que Cassie tiene que tomar con su hermano a su casa de la infancia. Ahí se reencuentra con su madre amargada, quien es interpretada por Sharon Stone. La veterana actriz nos recuerda por qué es tan reconocida y nos regala una escena con una intensa discusión familiar.
La segunda temporada tendrá algunos problemas en su desarrollo de trama, pero ahonda en nuevos terrenos en cuanto a la exploración de los personajes, lo cual la sigue convirtiendo en una serie digna de ver por mero entretenimiento.
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