Frente a la pantalla: Crítica a ‘Descuida, yo te cuido’

Columna #173 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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Cuando tienes una historia original ingeniosa y un gran elenco para actuar existe una alta posibilidad de que los resultados sean exquisitos. Supongo que esa era la aspiración del director J. Blakeson con su nueva película Descuida, yo te cuido (I care a lot), la cual con algunos tropiezos en el camino nos adentra en una fría historia en la que seremos cómplices de despiadados personajes y que no deja indiferente ante ello.

La historia sigue a Marla Grayson (Rosamund Pike), una mujer sin escrúpulos que se vale de ancianos de la tercera edad para volverse su tutora. Marla suele exagerar frente a la corte el deterioro físico o mental en que están las personas bajo su cargo, y una vez dentro de las casas de asistencia a las que son llevados, ella junto a su socia y amante Fran (Eiza González) se disponen a enriquecerse con los bienes de los ancianos.

Pronto, Marla se encuentra frente a un nuevo objetivo: Jennifer Petterson (Dianne Wiest), una mujer adinerada que ha mostrado signos iniciales de pérdida de memoria y que según los informes no tiene esposo, hijos, ni ningún familiar que se pueda hacer cargo de ella. Lo que no saben Marla ni su amante es que han elegido a la presa equivocada para estafar y eso solo provocará la furia de un mafioso cercano (Peter Dinklage).

Descuida, yo te cuido es una historia con tintes de comedia negra y thriller que exhibe lo delicado de un sistema donde los ancianos son presas fáciles de la estafa. Aunque engancha fácilmente, la inverosimilitud de muchas situaciones y la pérdida de fuerza en la parte final son algo que terminan por restarle cualidades a la película en general y donde Rosamund Pike es una estrella con letras mayúsculas.  

Pike personifica con agudeza a una mujer cínica y quien no se define como un cordero, sino como una leona, alguien por la que rara vez llegamos a sentir simpatía ante su moralidad tan cuestionable. Pero tampoco los personajes a su alrededor son un puñado de virtudes y cualidades, empezando por Peter Dinklage. Así, a lo largo de la cinta los espectadores nos volvemos partícipes de sus actos y nuestras opiniones sobre ellos van cambiando, pero generalmente deseando que no terminen bien. ¿Hasta dónde son capaces de llegar?

La actriz que estelariza esta cinta, y que ha dejado un grato recuerdo gracias a su también protagónico en Perdida (Gone girl), regresa con su personaje quizá más fuerte desde entonces y es uno de los principales sostenes del largometraje de Netflix. Pero tampoco quedan fuera de la jugada la mexicana Eiza González, Peter Dinklage, Dianne Wiest y hasta Chris Messina. Este último da vida a un abogado, y en tan solo un par de escenas en las que aparece logra un trabajo estupendo en batalla contra Pike. 

Descuida, yo te cuido cuenta con diversas armas para haber logrado una pieza maestra. Y si bien, desde su inicio hasta avanzada la segunda mitad mantienen un suspenso inquietante y capaz para tenernos pegados en el asiento, en los últimos 30 o 40 minutos flaquea y suceden muchos hechos que nos hacen cuestionarnos, perdiendo incluso nosotros el público la perspectiva y el gusto que habíamos tenido hasta entonces.

En definitiva, Descuida, yo te cuido nos lleva entre una elegante puesta en escena y una historia regularmente ágil a la mente de una repugnante mujer que no está dispuesta a perder y cuya ambición la llevará hasta las últimas consecuencias. Y aunque la frialdad puede mantenernos en pie ante la vida y los adversarios, la justicia sigue siendo una daga filosa y a veces invisible que puede cortarnos en el momento menos esperado y de quien menos lo prevemos. Aunque para los personajes la palabra límite no existe, los espectadores son quienes tienen la última palabra en cuánto están dispuestos a aguantar.