Muchas cosas se podían esperar de Élite, la nueva serie española de Netflix que apenas se estrenó este viernes. Una de las cosas que quizá poco o nada se esperaban es que tuviera un discurso y unos personajes tan atractivos que fácilmente enganchan al público, convirtiéndola en una serie imposible de perderse.
Esta historia, ya la segunda serie española original para esta plataforma de streaming, fue creada por Darío Madrona y Carlos Montero, quienes han desenvuelto sus carreras escribiendo cortometrajes, guiones de película o han participado escribiendo algunos capítulos de series españolas.
A forma de sinopsis, la historia se instala en Las Encinas, un colegio exclusivo de España donde los hijos de la élite acuden a estudiar. Allí, son admitidos Samuel (Itzan Escamilla), Christian (Miguel Herrán) y Nadia (Mina El Hammani), tres chicos de origen pobre cuyo enfrentamiento con los jóvenes del instituto será tan grande, que todo acaba en un trágico asesinato.
La historia no se trata de ninguna revelación. Ya hemos visto numerosas historias donde se cuentan las problemáticas de los jóvenes tales como Física o química o 90210, pero que evidentemente corresponden al pasado, series que crecieron con personas que ya son adultas. Actualmente existen pocos proyectos enfocados a los jóvenes, algunos maravillosos como la serie recientemente concluida Merlí y otros aberrantes como esa marranada, que se produce actualmente en México, titulada Like.
Pero la serie también cuenta con el ingrediente de ese trágico asesinato, que se refuerza que en cada capítulo, gracias a los flashforwards, donde se nos revelan más detalles durante el interrogatorio de la policía encargada del caso a todos los involucrados, desde alumnos hasta maestros. Esto la acercan en un ambiente más oscuro, mucho más tenso.
La historia de esta serie se adentra en varios temas tales como el sexo, las drogas, la homosexualidad, el poliamor, el VIH e incluso la religión. Para este último caso se nos introduce la historia de la familia musulmana conformada por Nadia, su hermano Omar (Omar Ayuso) y los padres de estos dos, que sin duda le aportan mayor variedad a la serie. Para agradecimiento de muchos, todos los temas son contados de forma muy abierta. Temas de los cuales debatir, de los cuales hablar.
Al saber que se trata de una serie transcurrida en un instituto, donde la mayoría de sus personajes tienen 16 o 17 años, se podría pensar que el guión es mayormente superfluo. Este thriller resulta provocador al darle gran profundidad a sus personajes, a jugar con unos diálogos más adultos que los pensados para unos adolescentes.
Los personajes tienen tantas capas y mucho que contar que es fácil tejer sus tramas por varias temporadas, a diferencia de otras series como 13 reasons why, qué muy fácil se topa en un callejón sin salida, sin más que regresar por el camino construido y revolver todo lo avanzado. Los personajes de esta historia tienen la oportunidad de lograr muchos matices, de cambiar y evolucionar.
Aquí no hay ningún personaje convertido en héroe o villano, ni buenos o malos. Se agradece que en este choque de clases sociales no se presente a los ricos como gente perversa y a los pobres como mártires. Todos los personajes tienen humanidad y según el desarollo podemos encontrar sus defectos y virtudes. Todos son interesantes y es muy difícil no engancharse con las varias líneas argumentales.
Actoralmente, que gran reparto de actores jóvenes se ha conformado. Aquí se mezclan algunas caras nuevas, cuyas carreras seguramente despuntarán a partir de este proyecto, y otras caras conocidas de forma internacional por La casa de papel. Especialmente, aplausos para la gran introducción de la mexicana Danna Paola dentro en este proyecto, un personaje que seguro será odiado por muchos.
En definitiva, la primera temporada de Élite es la introducción de una historia recurrente a través del tiempo, pero que por su tratamiento abierto, sin tabúes, puede marcar el inicio de algo grande, de un nuevo éxito de la televisión.
El ambiente lúgubre y oscuro, adentrando esta serie en un thriller sobre un asesinato, la vuelven un tanto más exquisita para mantenerte atrapado en busca de conocer más detalles. Probablemente no sea la serie más novedosa, pero sí es una serie que no debería perderse. Un buen producto que vale muchísimo la pena ver.
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