Columna #57 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Los sueños sí se hacen realidad. Al menos eso es lo que intenta mostrar la nueva película de Amazon Prime Video, Guava Island, que en menos de una hora de duración mezcla los géneros romance, musical y thriller, en un ambiente muy tropical, donde el ingrediente principal son las buenas actuaciones de Rihanna y Donald Glover.
La cinta cuenta con la dirección de Hiro Murai, quien ha estado detrás de series como Atlanta y Barry, además de algunos videos musicales de Childish Gambino (sí, el pseudónimo que utiliza Donald Glover como cantante).
La historia sigue a Deni Maroon (Glover), un hombre que vive en una isla paradisiaca donde todas las personas trabajan arduamente y son sometidos a la explotación laboral de Red Cargo. Pero Deni al parecer tiene el arma para que todas las personas disfruten del entorno: el poder de la música. A la vez, seguimos a Kofi (Rihanna), una chica que trabaja en una fábrica textil, y por tanto sometida también a los intereses económicos de quien los gobierna.
Guava Island es un retrato interesante que trae consigo una fuerte crítica a los sistemas opresores, esos que buscan su satisfacción económica. No en vano, la película está grabada en formato de imagen 4:3, el cual nos encierran más con los personajes y de algún modo podemos sentir su sometimiento. Aunque claro, hubiera sido también sugerente jugar con el formato, utilizando quizá un formato 16:9 durante los musicales para mostrar un poco de libertad, que al fin y al cabo es lo que la música representa para los personajes.
Aunado a esto, parece un tanto ideal que se haya elegido a Cuba para ser el escenario de esta producción, un país conocido por el sistema político y económico tan puntual con que es regido. Elegir un espacio tropical y de playas a la vez le dan un toque de sabor cuando los musicales se hacen presentes.
En los musicales, podemos escuchar temas ya conocidos de Donald Glover (o Childish Gambino) como This is America, Summertime magic y Saturday, algunos de estos temas acompañados por los característicos movimientos dancísticos del cantante y actor. Incluso estos temas ya gozan de crítica social en su lírica.
Las actuaciones protagónicas son de las cosas más relevantes de esta cinta. Donald Glover da vida a un personaje con tintes mesiánicos, un toque de picardía, vivaz, amante de la música y un hombre sin miedos a muchas cosas.
En contraparte a la alegría de Glover, Rihanna da vida a un personaje con tintes de mayor serenidad, más no incapaz de transformar su rostro en las escenas que lo requieren. A pesar de que vemos a Rihanna menos que a Glover, su actuación es brillante, basta con ver la última escena de la película, donde la expresión de sus ojos dicen miles de cosas.
En esta historia llena de matices y géneros alternos, también tenemos a un villano, o más propiamente dicho a un tirano, que busca restringir la libertad de la sociedad de la isla, y que busca su beneficio propio. Su personaje es amenazante y de forma directa se hace expreso esto en su búsqueda de limitar al personaje de Glover y un concierto con el que busca entretener a la población.
En definitiva, Guava Island no es el trabajo más completo que se haya hecho en los últimos meses, sin embargo posee fortalezas que la vuelven un objeto interesante de ver, desde su corta duración para enganchar al público, la mezcla de géneros, la entrada animada donde Rihanna actúa como narradora, y unos personajes protagónicos muy fuertes. Es apuesta por sobreponer la celebración y el arte, por encima de las políticas opresoras.
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