Frente a la pantalla: Crítica a ‘La maldición de La Llorona’

Columna #56 | Frente a la pantalla por Richard Osuna

Qué curioso que mientras el cine mexicano está demasiado preocupado por asemejarse al cine estadounidense o al cine europeo, y pasa desperdiciando el tiempo en comedias que poco o nada aportan al cine nacional, el cine estadounidense esté tan interesado en incorporar las voces latinas a la filmografía anglosajona, e incluso las leyendas. Tal es el caso de la nueva película de terror La maldición de La Llorona.

La cinta es dirigida por Michael Chaves, quien debuta en los largometrajes con esta película. En la producción también cuenta con el respaldo de James Wan, quien ha estado detrás de El conjuro, Annabelle y más recientemente La monja, en la primera película mencionada como director y en las dos restantes como productor.

La historia sigue a Anna García (Linda Cardellini), una trabajadora social que termina involucrada con la leyenda de La Llorona, una mujer que muchos siglos atrás ahogó a sus dos hijos en algún pueblo remoto mexicano y que deambula buscando niños para reemplazar a sus dos hijos muertos. Pronto, Anna experimentará el terror cuando este fantasma milenario intente llevarse a sus hijos Chris (Roman Christou) y Sam (Sierra Heuermann).

La maldición de La Llorona busca seguir la misma línea que el universo de El conjuro: manejarse por la vía fácil de los jump scares y generar un poco de tensión. Lamentablemente, la historia es bastante simple, y alrededor del personaje de La Llorona no se inscribe casi nada de tradición popular mexicana, salvo una que otra frase en español y un curandero haciendo talismanes.

Alrededor del guion notablemente flojo solo se siente una vibra muy hollywoodense, común en muchas películas más, y el personaje de La Llorona, que asustó a generaciones de mexicanos, solo se ve expuesto como una apropiación cultural que no es explotado lo suficiente.

Si comparamos directamente esta cinta con La monja, encontramos una mejor película, más entretenida, un tanto más cautivante y sobre todo con escenas que dan un poco más de escalofríos que las risas que provoca aquella fallida historia. ¿Qué podría estar tan mal hecho como para ser inferior a La monja? Pero si luego le ponemos al lado las cintas de El conjuro encontramos un frío producto y bastante reducido.

Michael Chaves demuestra haber arraigado rasgos característicos de James Wan, como el buen manejo de las escenas en la oscuridad, desarrollar la trama en un ambiente lúgubre, e incluso el manejo de cámaras. Pero como a muchos chefs su primer platillo resulta carente de sazón y por ello algo falta para que el sabor que se vuelva rico al paladar, eso mismo le ocurre a Michael Chaves con su primer largometraje: algo falta.

Las actuaciones son bastante aceptables, los efectos visuales algo ingeniosos y bien trabajados, pero luego la ambientación presenta unos fallos que nunca termina de introducirnos completamente a la época de los 70’s, sino que llega a sentirse como una historia más atemporal o incluso actual.

¿De verdad los mexicanos tenemos tan descuidadas las raíces, las costumbres y las leyendas de nuestro país como para no poder hacer uso de ellas y permitir que los extranjeros sean quienes lo aprovechen? Una verdadera lástima para el país.

En definitiva, La maldición de La Llorona posee unos logros bastantes irregulares que no terminan de completar la cinta. Entretenida sí es, mejor que La monja también, pero el guion tan elemental termina demeritando los trabajos decentemente laborados dentro de la producción. Además, algo que hizo faltar escuchar para sentir que verdad se trataba de este personaje es la conocida frase “Ay, mis hijos”, con los que los que el fantasma, según cuenta la leyenda, acompaña a su llanto.

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