Columna #50 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
De nueva cuenta, el mundo de la política mexicana vuelve a tomar la pantalla, esta vez en Historia de un crimen: Colosio, la nueva serie de Netflix, y una gran propuesta por cierto, que nos lleva a aquel trágico momento en que fue asesinado el candidato del PRI a la presidencia de la República Mexicana, Luis Donaldo Colosio, hecho que marcó la vida de la opinión pública y privada de nuestro país.
Para ir precisando la magnitud de este proyecto, la serie es dirigida por Hiromi Kamata, responsable de la dirección de Diablo Guardián y por Natalia Beristáin, directora de películas como Los adioses, o bien de Luis Miguel, la serie. Sin demeritar el trabajo de Kamata, que hace una labor estupenda en los primeros episodios, Beristáin poco a poco se vuelve una de las figuras más prometedoras detrás de cámara.
La historia arranca con el asesinato de Luis Donaldo Colosio (Jorge A. Jiménez) en Tijuana, el 23 de marzo de 1994. A partir de este fatal suceso, por un lado seguimos la investigación del comandante Federico Benítez (Alberto Guerra), quien busca encontrar a los verdaderos responsables, pues confía en la inocencia de Mario Aburto (Jorge Antonio Guerrero) o al menos en que fue instruido por alguien más para cometer el crimen; por otra parte vemos a Diana Laura (Ilse Salas), la viuda de Colosio, cada vez más enferma de su tumor en el páncreas, también buscando a los culpables.
Esta producción ha nacido como una nueva serie antológica, al estilo American Crime Story, sí aquella que nos ha mostrado el famoso caso de OJ. Simpson y el de Gianni Versace, pero esta ficción centrada en famosos casos de Latinoamérica, y para dar inicio concentrada en el candidato Luis Donaldo Colosio.
Si hacemos una pequeña comparación en cuanto a producción, Historia de un crimen: Colosio, no tiene nada que pedirle a la producción de FX. La serie de Netflix goza de una buena producción, ambientación e incluso de vestuario. Con todos sus puntos, en conjunto, logra recrear una época en que la sociedad a gritos pedía cambios, y en la que Colosio representaba algo así como una luz para desestructurar al viejo dinosaurio del PRI que seguía en la presidencia, bajo el mando de Carlos Salinas Gortari.
Entre las cosas más increíbles que posee esta historia es la magnífica de recreación de los sucesos. Las tomas, así como la coordinación entre el elenco y los extras logran sumergirnos en aquellos críticos momentos. Es aplaudible que los nombres de las personalidades no sean cambiados y hasta los logotipos de TV Azteca, Televisa y Telemundo aparezcan en micrófonos, otorgándonos un mayor grado de precisión.
Toda esta recreación lograda, a las generaciones más adultas les hace recordar, y a las nuevas generaciones nos permite acceder a un suceso del que seguramente la mayoría estamos informados, más nunca se nos había regalado una historia que cuente con detalle lo sucedido.
La historia es puntual, en muchos asuntos contundente, nos hace estremecernos, capturar la terrible corrupción generada dentro de los equipos policiales, pero también de la jerarquía, las luchas de poderes y de egos al frente de los gobiernos, de los partidos políticos. A la vez que la serie va transcurriendo nos permite crear hipótesis, dar veredictos, y todo el entramado va formando una serie de intriga y suspenso.
Por si fuera poco, el elenco al frente de este proyecto es grandioso. Una de las más grandes actuaciones la entrega Ilse Salas, quien nos regala un retrato conmovedor y luchador de Diana Laura Riojas, que no solamente tiene que combatir con su enfermedad, si no que también le toca cargar con el peso de la muerte de su esposo, la investigación del crimen y la responsabilidad de ser madre de dos niños.
Alberto Guerra como el comandante Federico Benítez también logra construir un papel rotundo, lleno de convicciones sobre el caso y dispuesto a desenterrar hasta el último cabo suelto para demostrar todas las imprecisiones que hicieron que este caso tuviera un carpetazo fácil.
En definitiva, Historia de un crimen: Colosio se enmarca como un extraordinario proyecto que da vida a Netflix en su búsqueda por hacer historias que abarquen diferentes géneros, específicamente esta serie abriendo el diálogo a la impunidad, y valiéndose de la memoria. A su vez, como proyecto antológico es el inicio de una serie prometedora que podría convertirse en una enciclopedia visual y recreativa para nosotros los latinoamericanos, de distintos casos que hayan impactado a la sociedad. Sin duda, vale la pena verla.
me encanto la serie me indentifique plenamente con la esposa, desconfiando de todos y buscand la verdad, que corrupcion inimaginable mataron a Colosio pero tambien fue el fin del PRI