Frente a la pantalla: Crítica a ‘The politician’ de Netflix

Columna #92 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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Ryan Murphy, responsable de exitazos como Nip tuck, Glee, American horror story y American crime story, solo por mencionar algunos, lo volvió a hacer. Este fin de semana pasado se estrenó la primera serie del creador para Netflix, The politician, algo que podríamos describir algo así como una locura indescriptible.

La historia es creada por Ryan Murphy en mancuerna con sus compañeros de mucho tiempo, Ian Brennan y Brad Falchuk, quienes imponen su sello característico que nos llevan a otras historias suyas.

The politician sigue a Payton (Ben Platt), un joven que siempre ha sabido que su futuro está en convertirse en presidente de los Estados Unidos. Para lograrlo ha estudiado a los diferentes candidatos en la historia de dicho país, para arraigarse con las mejores características de ellos. Pero su primer paso para ser el político que desea está en competir por ser el presidente de la escuela en la que estudia. 

Al igual que cualquier carrera política, la de Payton está marcada por los aliados y por las traiciones. El joven millonario tendrá de su lado a una madre adoptiva que lo adora, Georgina (Gwyneth Paltrow); a una compañera de campaña, Infinity Jackson (Zoey Deutch); una novia enamorada, Alice (Julia Schlaepfer); y un par de amigos que respaldan su camino. Pero los enemigos también estarán cerca, como Astrid (Lucy Boynton) y unos hermanos gemelos que lo odian: Luther (Trey Eason) y Martin (Trevor Mahlon Eason).

A primera vista, Payton es una especie de Rachel Berry pero con vestimenta de Blaine Anderson (sí, los personajes de Lea Michele y Darren Criss en Glee). Nuevamente tenemos a un personaje principal ambicioso, con una familia adoptiva y que toda su vida ha luchado por conseguir un objetivo puntual. Solo que el sueño de Payton, a diferencia de Rachel, no está en llegar a Broadway, sino convertirse en presidente. Incluso, también Paynton tiene un romance con uno de los chicos populares de la escuela, River (David Corenswet).

The politician es oscura en su trama, pero colorida visualmente. Es una comedia, pero con decenas de tonos más recargados en un mismo capítulo que pueden hacerte sentir cientos de emociones: reír, llorar, impresionarte, emocionarte y hasta disgustarte. Pero, sobre todo, el ambiente difícil y traicionero de la política siempre saldrán a flote.

La serie recuerda a muchas producciones más de Ryan Murphy y sus asociados. Glee es una de las referencias más claras, un tanto por el ambiente escolar, pero también por algunos musicales que de pronto aparecen, el primero de ellos muy emotivo. También tenemos una entrada que recuerda a la de Nip tuck, solo que aquí la figura es cincelada, a diferencia de la serie de la década pasada donde un maniquí era reconstruido con cirugía.

Los momentos absurdos también están presentes, como alguna vez hubo muchos en Scream queens con su tono paródico. Y los sabores más serios y propios nos llevan un poco hasta American crime story, quizá la serie que le ha proporcionado más seriedad a Murphy y que lo han hecho evolucionar.

Es probable que a muchos les será difícil sobrellevar esta historia, y más teniendo en claro que la serie pretende seguir durante varias temporadas, cada una de ellas abordando una época clave en el ascenso de Payton hasta su poderío, pero algo que nadie puede negar es la magnífica manufactura que tiene, con un diseño de producción, una dirección de cámaras, una dirección de escena y una fotografía espectaculares.

Además, el elencazo tremendo es para aplaudirse. Ben Platt está genial, pero no se queda por debajo de las extraordinarias actrices: Lucy Boynton está respaldada con sus trabajos en Sing street y Bohemian rhapsody; Zoey Deutch da un cambio radical al trabajo con el que la vimos en Set it up: El plan imperfecto, también en Netflix. ¿Y qué decir de Jessica Lange? Nuevamente dando vida a una especie de mujer rígida y recta, que a pesar de sus maldades no somos capaces de odiar completamente.

En definitiva, The politician es una de las enormes sorpresas de este año. Para aquellos que conocen los trabajos disparatados de Ryan Murphy esto podría ser como un platillo delicioso donde se percibirán sabores dulces, amargos y picantes. Para muchos que apenas empezarán a consumir un producto de este creador, que a estas etapas es casi como un sacrilegio para los amantes de la series, podría resultar un tanto difícil de digerir. 

The politician es extravagante, divertida y, sobre todo, entretenida. Un poco difícil de asimilar al principio por los cambios de tono tan repentinos, pero siempre avanzando en su narrativa, ofreciendo varias miradas de los involucrados, desde el competidor principal hasta sus allegados e incluso por ahí un capítulo protagonizado por uno de los votantes. 

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