Columna #22 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
De forma espectacular se estrenó la nueva temporada de American Horror Story, la cual tiene como subtítulo Apocalypse, y nos adentra, como dice su título, en el fin del mundo.
La serie antológica es creada y producida por Ryan Murphy y Brad Falchuk, quienes han colaborado juntos detrás de otras series como Nip tuck, Glee y Scream queens, sumando además a Murphy otras exitosas series como American crime story y Feud, esto por mencionar algunas.
A formar de sinopsis, esta temporada se centra en la historia de un grupo de sobrevivientes que enfrentan la destrucción nuclear de la tierra, en un futuro cercano. Así, ese grupo de sobrevivientes, por razones varias, terminan viviendo en un búnker subterráneo regentado por Wilhemina Venable (Sarah Paulson) y su ayudante Miriam Meade (Kathy Bates), quienes imponen sus propias reglas con el propósito aparente de establecer una nueva sociedad.
No cabe duda que el ingenio y la capacidad de Ryan Murphy son enormes. American horror story es una serie que se ha convertido en un experimento para sus creadores navegando en el terror de diferentes formas, además de jugar con las historias, la manera de contarlas e incluso con la estética visual, desde algunas más sencillas como Murder house y Coven hasta otras más artísticas como Freak show y Hotel.
El inicio de American horror story: Apocalypse es espectacular, con unas primeras secuencias para poner los pelos de punta con “el fin del mundo” que se avecina en la historia. Gente corriendo, gritos, suicidios y explosiones nucleares vuelven totalmente emocionantes los primeros minutos del primer capítulo.
Posteriormente, la ambientación post-apocalíptica adentran la serie en un escenario novedoso que no se había visto antes. La ambientación es poderosa, llega a ser inquietante, y el encierro en que viven los personajes es demencial, lleno de incertidumbre para quienes lo viven.
En esta historia, tal como ocurrió en Cult, nuevamente tiene una crítica a la sociedad. A pesar de ser una realidad alternativa, podemos notar la establecida distinción entre la sociedad rica y la servidumbre, quienes según las reglas del refugio deben vestir diferente y existe un color de ropa para cada grupo.
A nivel de personajes, esta temporada no presenta grandes novedades. Nuevamente existen fórmulas un tanto repetitivas, como esos villanos que obstaculizan la existencia de otros personajes, que debido a sus debilidades terminan siendo horrorizados.
Sin embargo, lo que sí puede notarse como novedad para los personajes es los actores que los interpretan. Esta ocasión, Sarah Paulson deja a un lado las mujeres sufridas o atemorizadas que ya interpretado para convertirse en la enigmática Wilhemina Venable, una de las principales villanas. Igualmente Evan Peters deja atrás sus personajes llenos de matices y complejos, para ser un estilista homosexual.
Desde fantasmas, manicomios, brujas y fenómenos hasta vampiros, demonios y presentar al ser humano como el peor monstruo, esta serie nos ha adentrado en diferentes mundos y tiempos de forma independiente. Por si fuera poco, esta temporada tiene un ingrediente extra pues las historias ya conocidas Murder house y Coven tendrán un sorprendente crossover en que veremos el regreso de varios personajes.
Aunque normalmente las historias de cada temporada son independientes, este crossover se convierte en un juego interesante que puede unir los dos universos mencionados y que sobre todo despeja dudas sobre el futuro de Michael Langdon, el anticristo nacido en Murder house y a quien podemos ver desde el primer capítulo como uno de los personajes regulares.
En definitiva, American horror story: Apocalypse tiene una historia mucho más fuerte que algunas de las más recientes temporadas predecesoras y un maravilloso casting que pueden llevar esta narrativa a un nivel asombroso y a desarrollarse en sorprendente escenarios. Esta octava historia tiene muchos elementos a su favor para avanzar y crecer a medida que transcurra, sin muchos peligros de tropezar.
A pesar de que sus creadores son grandiosos, Murphy, Falchuk y el resto de escritores podrían significar el mayor obstáculo a vencer, para no permitir que a mitad de temporada la serie se llene de inconsistencias e irregularidades, como ya ha sucedido, perdiendo la historia. Habrá que pensar positivo pues el arranque apenas representó una introducción emocionante que tiene muchas novedades que ofrecer.
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