Frente a la pantalla por Richard Osuna
Este Viernes se estrenó el tan esperado capítulo final de la serie Sense8 de Netflix, el final por el cual el público luchó tanto para que se produjera, luego de que la famosa plataforma decidiera cancelar la serie después de dos temporadas.
Pero, ¿qué es es Sense8? Sense8 es una de las series más ambiciosas que se han hecho en los últimos años, un proyecto nacido de las mentes de las hermanas Wachowski, que llevan la trilogía The Matrix como uno de los mayores distintos en su carrera.
La historia gira entorno a ocho personas desconocidas, de diferentes partes del mundo, que se conectan mental y emocionalmente, además de ser capaces de sentir, ver y escuchar lo mismo que el otro.
Más allá de las fallas o curiosidades que se pueden encontrar (como la evidente ausencia de Miguel Ángel Silvestre y Alfonso Herrera en algunas escenas, siendo reemplazados por dobles), el final está hecho para satisfacer al público que tanto merecía un cierre, después de años de seguir esta historia, y ofreciéndonos lo mejor que supieron hacer, sin necesidad de orientarse por muchas novedades, ni adentrarse en caminos desconocidos.
Para este último episodio se revelan detalles que se mantuvieron guardados a lo largo de la historia, y son menores las sorpresas que aparecen, mismas que seguramente estaban preparadas para desarrollarse, si la serie hubiera continuado por un par de temporadas más. Estas sorpresas dan muestra de lo bien preparado que se tenía el guión por parte del área creativa.
Este final de casi dos horas y media es complementario, redondo a todo lo que vimos a lo largo de la serie. Se nos regalan más momentos de humor, de acción y de amor para disfrutar de gran parte de los personajes, tanto principales como secundarios, que nos acompañaron durante las dos temporadas.
El final se siente íntimo y es notorio el enorme agradecimiento del equipo de producción hacia los fans y seguidores de este proyecto.
Cada uno de los ocho protagonistas merece un aplauso: Brian J. Smith, Tuppence Middleton, Toby Onwumere, Donna Bae, Miguel Ángel Silvestre, Tina Desai, Max Riemelt y Jamie Clayton por dar vida a personajes tan diversos, por prepararlos con tanto respeto y sobre todo por personificarlos con tanta entrega. Estoy seguro que más de una persona en el mundo se identificó con alguno de ellos.
Las mentes detrás de esta serie merecen un reconocimiento por abordar temas como la identidad, la sexualidad, la política, la religión y tantos otros, dentro de una historia de ciencia ficción, género que normalmente es abordado con complejidad, pero sobre todo con seriedad.
Lo más preciado que tiene el capítulo final de Sense8 es que queda claro que, esta historia más allá de efectos, bonitos escenarios y buenas tomas, fue un producto de televisión streaming diseñado para dar voz al público tan diverso alrededor del mundo. Queda la sensación que, más allá de ser una buena serie de televisión creada para disfrutarse y emocionarse como tal, se forjó una familia entre equipo de producción, actores, y el público.
En definitiva, el final de Sense8 es una carta de amor dedicada a reafirmar la unión que tenemos como personas, a pesar de nuestras diferencias culturales, sexuales e ideológicas. Es una obra de arte que nos orienta a sensibilizarnos más como humanidad.
En el último capítulo de esta serie pesa más la emotividad que la necesidad de abordarlo desde una crítica minuciosa, cosa para la que se presta poco. Este cierre es para disfrutarse por entero y para guardar los recuerdos dulces que deja. Esta serie debería quedar como una serie obligada para el público. ¡Gracias Sense8!
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