Frente a la pantalla: ‘El irlandés’ y su extensa duración

Columna #105 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Instagram: @beepbeeprichiemx | FB: Richard Osuna presenta

El cine de Martin Scorsese no es un cine fácil al cual adentrarse, no por la dificultad de sus temáticas sino porque varias de ellas son tan extensas que a mucho público le llegan a parecer particularmente aburridas. Justo su nueva película El irlandés, de Netflix, ya ha despertado la discusión sobre la forma que debe verse, pues a muchos les cuesta permanecer sentados 3 horas y media frente a la pantalla.

Martin Scorsese es el director de esta película, quien cuenta con una filmografía destacada donde aparecen títulos como Taxi driver, El rey de la comedia, El cabo del miedo, Casino, El aviador, El lobo de Wall Street, y muchísimas cintas más, que lo han considerado uno de los directores más importantes de la industria. Mientras tanto, la historia está basada en el libro I heard you paint houses, de Charles Brandt.

El irlandés, por su parte, nos presenta a Frank Sheeran (Robert De Niro), un veterano de guerra que recuerda su vida como estafador y asesino a sueldo, luego de haber trabajado como chofer de camiones de carga. Así, Sheeran se ve involucrado con el crimen organizado de los años 50, como el mafioso Russell Bufalino (Joe Pesci) y el líder sindical Jimmy Hoffa (Al Pacino).

Los amantes del cine de Scorsese han detectado las temáticas puntuales que aparecen en el filme y que lo ven como el cierre perfecto para la cinematografía del director, algunos en particular a su cine de gangsters: El irlandés es un recorrido a través del legado y el paso del tiempo.

El resultado temático de la cinta no está en discusión y es que probablemente se necesita estar muy ciego para no verlo. Sin embargo, y como menciono al inicio de la columna, el mayor problema de la historia está en la duración, algunos pensando en que hubiera sido ideal que fuera mucho más corta y otros que han encontrado una pronta solución y están orientando a verla como una especie de miniserie de cuatro partes: Del minuto 0 al 49:00; del 49 al 1:40:00, del 1:40:00 al 2:47:30 y del 2:47:30 al final.

Particularmente muchos seguidores de Scorsese se sienten ofendidos ante ello, muchos de ellos argumentando que han podido estar sentados durante más tres horas, casi sin parpadear. Sin embargo, esta historia, a pesar de ser bastante buena, no es perfecta y comparto aquella idea de que es sumamente extensa.

El irlandés más que ser una película sobre personas y hechos reales, y más allá de conjugar una historia general donde los fanáticos del director italo-estadounidense han quedado satisfechos, es una cinta sobre personajes. En especial, podemos hablar de los personificados por Robert De Niro, Joe Pesci y Al Pacino, este último entregando una actuación, que sin demeritar las otras dos grandes actuaciones, suele resaltar.

Fuera de ello, las participaciones de muchos actores llegan a quedar relegadas. Tal es el caso de Carrie Bufalino (Kathrine Narducci), cuya aparición llega a ser el papel de una esposa molesta que en los viajes pide detenerse para fumar con tranquilidad su cigarro. Así, muchos personajes se evocan a su propia existencia pero no a empatizar con los espectadores.

La cinta nos lleva en un recorrido, que incluye saltos temporales, y por ende nos presentan a un joven Robert De Niro, auxiliado por unos estupendos efectos visuales. Esos mismos efectos tan cuidados son los mismos utilizados en los fríos asesinatos mostrados repetidamente a lo largo del largometraje.

La película goza, además, de otra particularidad a lo que no mucho público ha hecho alusión y es el extraordinario soundtrack que posee. Muchas piezas, incluso, aparecen en las escenas introductorias de algunos personajes o en momentos importantes: Delicado, de Percy Faith; Qué rico mambo, de Pérez Prado; y Sleep walk, de Santo y Johnny, son algunas de las tantas piezas que aparecen y que hacen sentirte como en un clásico del cine.

En definitiva, El irlandés es una película innegablemente extensa, cuyas escenas tan largas hacen que algunos espectadores pierdan el hilo de la historia. Sin embargo, las estupendas actuaciones de Robert De Niro, Joe Pesci y Al Pacino, así como los efectos, el soundtrack y otras particularidades (que llevarían a la cinta al Óscar) son el hilo conductor más fuerte que despertarán a parte del público, antes de caer en los brazos de Morfeo. No hay que perderse, ni malinterpretar, El irlandés es una muy buena película.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*