Columna #119 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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Las chicas del cable están de regreso con su última temporada, en unos nuevos episodios donde ya no son ni chicas ni mucho menos del cable. Lo más sorprendente de esta nueva temporada es cómo la serie ha logrado sobrevivir cinco temporadas y ofrecer un final que raya en la irrealidad.
La primera parte de la última temporada de la serie de Netflix da un salto temporal de 8 años, y nos lleva hasta Lidia (Blanca Suárez), quien debe dejar Nueva York y volver a Madrid para buscar a Sofía (Denisse Peña), la hija de Ángeles y de quien se ha encargado como una hija, y que regresó a España para unirse al bando republicano en la Guerra Civil.
A su regreso, Lidia se reencuentra con sus amigos, Marga (Nadia de Santiago), Carlota (Ana Fernández) y Óscar (Ana Polvorosa), quienes se unirán como aliados para la búsqueda de Sofía. Y por supuesto, aquel amor al que dejó muchos años atrás, Carlos (Martiño Rivas), también regresa a su vida, pero con un comportamiento frío y diferente que provocará rencillas entre ambos.
La quinta temporada es poco creíble, absurda y cirquera. Las chicas del cable deja un poco de lado los tópicos telenoveleros tan recurrentes y predecibles de sus últimas temporadas para llevarnos hasta la Guerra Civil, en un regreso que raya en la incoherencia, en lo poco probable y que generalmente se siente forzado.
Comencemos con el arranque de la serie. ¿Quién en su cabeza decide abandonar su vida en Nueva York para regresar a España, enlistarse en la guerra, y defender a un país del que poco debe tener recuerdos? Pues esa es la idea que nos plantea esta nueva temporada con Sofía y que obliga a casi todos los personajes a volver, incluyendo a Carlota y Óscar dejando su vida liberal en París y a Carlos convertido ahora en soldado.
Pero ante todo, ¿saben qué podría ser lo peor? que esta última temporada, con todo y la incoherencia y el circo armado, es mejor que la tercera y la cuarta temporada. Estos nuevos episodios tienen mayor fuerza que sus dos predecesoras, donde lo gris y la incapacidad para generar buenos conflictos terminaban por aburrir la mayor parte del trayecto.
Sinceramente, en esta primera parte de la última temporada han hecho mucha falta las maldades y villanías de doña Carmen, que si bien parecía que sus fechorías no tenían fin, es duro escuchar al inicio de los capítulos que simplemente ha muerto. Aunque una sorpresa se guarda en el capítulo 5.
También es doloroso lo que hicieron con el personaje de Carlos, decidiendo convertirlo en un hombre vengativo y frívolo, de alguna manera para suplir a su madre, y con tal de que Francisco salga victorioso como el héroe de la historia y el primero fuera odiado. Aunque esperar el odio del público hacia Carlos no se consigue del todo y más después de que muchos lograron empatía con él.
Otros de los personajes totalmente diluidos son Carlota y Óscar, cuyas líneas argumentales tienen tan poca relevancia que poco importan la mayoría de sus escenas. En esta temporada no tienen mucho que contar. Y frente al par de actrices aparece Nadia de Santiago, que como dice la frase aparece para “levantarles el evento”, y a quien le quitan un poco el lado cómico, pero mantiene su esencia de mujer comprometida y valerosa.
Por su parte, también la recreación de la época, esta vez a finales de los años 30 y que nos sumergen en la pesadilla de la guerra, se lleva un aplauso como siempre. El equipo de producción realiza una maravillosa ambientación, un gran diseño de arte y unos vestuarios estupendos, aunque de pronto el maquillaje de Lidia se mantiene muy firme e intacto.
En definitiva, Las chicas del cable ha terminado por convertirse en algo totalmente diferente a lo que quería mostrarnos y cuya ambición por alargar algo que no daba para tanto la convirtieron en un simple melodrama que de pronto otorgaba voz a la mujer y a su lucha por sus derechos.
La historia de las cuatro telefonistas de una prestigiada compañía poco a poco se difuminó hasta entregarnos una historia con rostros y personajes conocidos que nos hicieron volver ya cinco veces hasta ahora, y seis si contamos la segunda parte de la última temporada que llegará en verano, pero que, en general, nos dio menos de lo que prometió.
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