Columna #103 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Instagram: @beepbeeprichiemx | FB: Richard Osuna presenta
Monumental es la palabra que describe a Hernán, la nueva serie mexicana y que marca un antes y un después en la televisión nacional. Jamás se ha producido nada igual y tan grande en nuestro país, y el estupendo trabajo histórico y de producción, vuelven a este estreno uno de los más importantes en lo que va del siglo.
Para contextualizarnos un poco, esta serie es producida por Dopamine, la nueva empresa de contenido audiovisual de Grupo Salinas, con la colaboración de la empresa española Onza Entertainment. Para su creación tuvo el respaldo de un montón de fuentes que incluyen cartas de relación, libros, crónicas y códices, mientras que decenas de historiadores supervisaron el guion para ser lo más preciso posible.
Esta primera temporada de ocho capítulos sigue uno de los episodios más importantes de este país: la Conquista. Así, seguimos algunos de los episodios más centrales que van desde de la llegada de Hernán Cortés (Óscar Jaenada) por la Villa Rica de la Vera Cruz y su búsqueda por conseguir aliados en las distintas comunidades, hasta su lucha contra los tlaxcaltecas bajo las órdenes de Xicoténcatl (Jorge Antonio Guerrero) y su establecimiento por la fuerza en Tenochtitlán, con Moctezuma a la cabeza (Dagoberto Gama).
Hernán está arduamente elaborada y una de las aportaciones más grandes que regala a los espectadores es que construye personajes humanos. Aquí se nos plantea el encuentro o choque de dos culturas muy diferentes, con costumbres y creencias aún más distantes, pero ninguno de ellos buenos y malos. No es una visión que busque obedecer a una de las dos partes involucradas.
En cada uno de los ocho episodios se privilegia la mirada de distintos personajes como La Malinche (Ishbel Bautista), Cristóbal de Olid (Víctor Clavijo), Xicoténcatl, Bernal Díaz del Castillo (Miguel Ángel Amor), Moctezuma, Pedro de Alvarado (Michel Brown) Gonzalo de Sandoval (Almagro San Miguel) y Hernán Cortés, otorgando el peso que tuvieron sus participaciones en cada uno de los hechos que dieron origen al México de hoy.
Sangriento sí, luchas de ego y de poder también. Algo a lo que Hernán va a ayudarnos es a formar diálogos y debates sobre la historia de México, y sin ser un fundamento histórico, pues no es un documental sino una ficción, nos ayudará a abrir los ojos entorno a lo acontecido hace 500 años y a comprender que somos producto del mestizaje.
Estructuralmente, esta serie está narrada también a través de saltos temporales, lo cual podría ser una de las obstaculizaciones más puntuales para algunos de los espectadores, por lo que es muy importante poner atención a cada una de las escenas para no perder el hilo. Incluso, en algunos episodios hay tantos cambios en los tiempos, que podría ser uno de los pequeños errores de la narrativa.
Tal como dije al principio, esta serie marca un antes y un después para la televisión mexicana, porque Grupo Salinas se atrevió a hacer series premium. Hernán está al nivel de de producciones de primer mundo y su lenguaje es capaz de capturar tanto al público nacional como internacional. Este no es otro engaño de una teleserie, ni una serie novela, ni nada parecido, es una serie en toda la extensión de la palabra.
Esta, la primera super producción de Dopamine terminó por superarse a sí mismo con su anterior lanzamiento María Magdalena, que ahora podemos ver como un ensayo para lo que se avecinaba con Hernán: una serie disruptiva, capaz de llegar al público más exigente y con un presupuesto bien invertido de más de 1 millón de dólares por cada episodio.
La fotografía y los efectos visuales a cargo de la empresa española El Ranchito, misma empresa que participó creando algunos efectos para la serie Game of thrones y ganadora de un Emmy, son simplemente maravillosos. La creación de Tenochtitlan muestra todo el esplendor que esta tierra tenía, y la creación de algunos otros lugares permiten ilustrar un poco sobre sus terrenos.
Las actuaciones de todo el elenco son para aplaudirse de pie, muchos de ellos que tuvieron que aprender otras lenguas como náhuatl y maya. El lanzamiento de Ishbel Bautista como Marina es estupendo, Óscar Jaenada, que apenas el año pasado fue odiado por miles como el papá de Luis Miguel, demuestra la enorme capacidad interpretativa que tiene; Michel Brown como Pedro de Alvarado es detestable y al actor se le ve como nunca antes se le ha visto. Y si destacamos las actuaciones de Jorge Antonio Guerrero, Dagoberto Gama y todos los demás se iría media columna.
En definitiva, Hernán cambiará el rumbo de la televisión hecha en México, demostrando que este país es capaz de generar el contenido más elevado. El vestuario, el guion tan preciso, el desarrollo de los personajes, las actuaciones, la fotografía y los efectos visuales conquistarán a los espectadores y generarán diálogo.
Recuerden que la primera temporada de Hernán ya está disponible completa en Amazon Prime Video; cada viernes estrena dos nuevos episodios en History, comenzando desde ayer viernes 22; y este domingo 24 de noviembre llega por Azteca 7, a las 10 de la noche (MX), con dos episodios nuevos cada domingo. ¡Imperdible!
Dejar una contestacion