
Temporada 2, columna #29 |
ReporTrendings por ReporTrejo
Netlfix estrenó el pasado viernes 10 de enero la primera serie de ficción del icónico RuPaul Charles. Sí, el famoso drag queen de Nueva York que durante 11 temporadas ha conquistado corazones y roto cualquier tipo de barreras con su reality RuPaul’s Drag Race.
En dicho programa, Mama Ru nos ha mostrado la grandeza que posee en el arte del transformismo, al igual que esa grandeza la comparte, la busca y la perfecciona para las siguientes generaciones. Estos datos en dado caso que no conozcan a RuPaul (podría ser que sí, uno nunca sabe).
La trama
Ruby Red es una drag queen que emprende una gira nacional para mejorar su situación económica y sentimental, pero durante el trayecto se da cuenta que su pequeño vecino se ha colado para que lo lleve a Texas, huyendo también de una madre adicta y soledad.
Lo bueno
Definitivamente lo mejor de la serie es su protagonista. RuPaul es la representación de carne y hueso del carisma. Su sonrisa y su belleza cuando esta se transforma en Ruby Red llena la pantalla.
Sin duda alguna, otro de los aciertos de esta ficción es la presencia de gran parte de las drags queens que surigieron del famoso reality del protagonista. Aunque la mayoría tienen apariciones muy breves, son gran parte del encanto de este proyecto.
Por supuesto, también el atractivo visual masculino. Al ser una serie de contenido LGBT+, los cuerpos musculosos no podían faltar y en particular los interpretados por Josh Segarra y Matthew Wilkas. ¡Dios, que calor!
Mención especial a la mejor amiga de Robert – Ruby, Louis (Michael-Leon Wooley) que logra algunos de los momentos más divertidos.
Y qué decir del homenaje a grandes películas transgresoras dentro de la comunidad LGBT+, como lo son Priscila, reina del desierto y Reinas o Reyese incluso Pequeña Miss Sunshine.
Lo malo
El guión es bastante débil e irregular. El primer episodio promete mucho y con el paso de los nueve episodios siguientes se hunde. Probablemente todo se debe al exceso de dramatismo (explora la soledad, el desamor, el envejecimiento).
El personaje de AJ, ¡por Dios!, es de lo más odioso que pueda existir en la vida. Nunca conecta con la audiencia. ¡Dan ganas de agarrarlo a nalgadas o meterlo de verdad a Servicios Sociales!
El carisma de RuPaul lo mencioné como bueno, pero de igual forma no es suficiente para sobrellevar el peso de 10 capítulos. Aunado a que los números de drag son escasos y distan mucho de causar impresión. Sobre todo viniendo de una maestra del arte.
Agregamos los villanos de caricatura como Lady Danger (Tia Carrere), que igual pasa de ser divertido a terminar en una tonta parodia muy absurda.
Y ni qué decir de ese final: predecible, malo, forzado, apresurado. Honestamente no creo que haya material para una segunda temporada.
Con esto me despido, sin reiterar que lamentablemente el estreno de AJ and the Queen es simplemente tibio. Como dice la frase icónica: “RuPaul, sashay away”.
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