Temporada 2, columna #50 | ReporTrendings por ReporTrejo
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¿Cuántas personas no acostumbran a checar su horóscopo a primera hora del día? ¿Cuántas más de las que están leyendo esta columna crecieron junto conmigo con personajes como Don Francisco, Cristina Saralegui y el fastuoso y extravagante Walter Mercado?
Pues bueno, esta ocasión voy a escribirles sobre el documental que se estrenó hace unos cuantos días en Netflix, Mucho, mucho amor: La leyenda de Walter Mercado. Esta producción que usa como título la famosa frase de cierre de la sección del famoso e inigualable astrólogo de Puerto Rico.
¿Quién es Walter Mercado? Nacido en Puerto Rico, Walter Mercado fue un actor y bailarín que se convirtió en el astrólogo más famoso del mundo en la época de los 80, pero sobre todo en los 90 que su popularidad se desbordó.
Su fama en la televisión hispana se esparció rápidamente en la población de habla inglesa en Estados Unidos y en distintas partes del mundo. Walter era verdaderamente un personaje por sí solo, extravagante, andrógino, fastuoso, exagerado, pero sobre todo emanaba una carga de positividad y esperanza inigualable.
Aquel hombre que a veces parecía una mujer, con sus majestuosos vestuarios, que iban principalmente acompañados de pesadas y carísimas capas, lo convertían en una especia de superhéroe televisivo.
Además, fue un estandarte para la comunidad LGBT+, aún sin nunca ser una persona que hablará de su misteriosa sexualidad abiertamente, pero siempre apoyó la libertad y defendió las distintas formas de amor. Su caso fue muy parecido al célebre y talentoso pianista Liberace, que a pesar de que todos especulaban sobre su homosexualidad, su talento sobrepasó cualquier cosa.
El documental habla del fenómeno mediático en que se convirtió el astrólogo, su rostro desfiló por los programas más importantes de la televisión norteamericana. ¿Y qué decir de su amistad y acercamiento con las celebridades y hasta el presidente Reagan? Sus amores, sus apegos, sus traiciones, su desaparición, etc.
El legado de Mercado marcó a generaciones completas e incluso las generaciones millenials lo conocen por sus videos en Youtube. Tanto así que alguna vez reapareció en un comercial de unas frituras. Celebridades actuales, como el talentoso Lin-Manuel Miranda, hablan en Mucho, mucho amor de lo que significó en su niñez; incluso Eugenio Derbez habla de la influencia que lo hizo inspirar al famoso personaje de Julio Esteban.
Pero lo más importante es el mensaje que deja esta producción, ya que Walter desde el “exilio” vislumbraba un retorno a los medios, pero el tiempo había llegado a su final, dejaría de existir meses después de terminar la filmación. El amor eterno por su persona, por la vida, por su pasión. Con esto me despido, recordándote que vivo agradecido con quien me sigue y lee, y les mando “mucho, mucho amor”.
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