Caleidoscopio: ‘Raya y el último dragón’, la nueva princesa guerrera de Disney

Columna #9 | Caleidoscopio por Miguel Parpadeos
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Si tuviéramos que pensar en el cine de animación de Disney Animation, una de las primeras imágenes que aparece en nuestras cabezas es alguna de las películas protagonizadas por princesas. Gracias a su éxito a nivel mundial, la compañía hizo su magia para transformarlas en una de sus franquicias más lucrativas. Sin embargo, como todo producto, se deben adaptar a las necesidades del mercado, uno que cambió la década pasada. Hollywood estaba en la necesidad de contar historias que elevaran la bandera de la diversidad y con personajes femeninos empoderados al frente de ellas. Por desgracia, muchas de las princesas de Disney no encajaban en esta nueva perspectiva.

A mediados de los dos mil, los estudios pasaban por un segundo renacimiento con La princesa y el sapo (2009), protagonizada por su primera princesa afroamericana, y un año después con Enredados, donde utilizaron de nuevo y con mayor éxito la animación generada por computadora. El molde de las historias de princesas fue roto en Frozen (2013), donde el amor que encuentran las hermanas al final no es en un príncipe, sino a través de su lazo de hermanas. Toda esta evolución en la cinematografía animada de Disney continúa con Raya y el último dragón, su más reciente largometraje.

La historia nos ubica en el antiguo reino de Kumandra, lugar que años atrás fue atacado por Druuns, extrañas criaturas que convertían en piedra a las personas. Cuando un grupo de dragones los eliminan con la creación de un poderoso orbe, este objeto termina por fracturar a la nación. La tribu Corazón es la encargada de su protección, así que el jefe entrena a su hija Raya (voz original de Kelly Marie Tran) para que herede su posición. No obstante, luego de una reunión entre las varias tribus, el orbe es roto y con ello los Druuns regresan. Años después, Raya encuentra a la dragona Sisu (voz de Awkwafina), con quien emprenderá un viaje por las tribus para recolectar las partes del orbe y restablecer el orden.

Lo más atractivo que tiene la cinta es su valerosa protagonista Raya, cuya voz en español latino es la cantante y actriz Danna Paola. Alejada del romance, el personaje emprende una aventura fantástica, donde irá conociendo personas que la ayudarán en su misión. En lugar de contar con números musicales, la protagonista se enfrenta a diferentes enemigos en emocionantes escenas de acción con una excelente dirección. Esto se debe, en parte, a la ubicación que inspira al largometraje y que se convierte en uno de los grandes aciertos de la producción.

El sudeste de Asia es el lugar que inspira a la película, tanto en lo cultural como en los escenarios. Si bien en su momento, la cinta fue comparada con la serie animada Avatar, ambas se nutren de la misma región del mundo. Raya y el último dragón intenta separarse y lo consigue en cierta forma a través de la construcción de su propio universo.

Cada una de las tribus en la historia tiene diferentes características debido a su geografía. Está la tierra de Talón que es un enorme mercado flotante, como aquellos ubicados en Laos o Indonesia; o Columna, cuyos largos árboles de bambú fueron retomados de los bosques de Vietnam. Los detalles de animación por computadora ayudan a entrar a cada uno de estos lugares, donde el estudio demuestra los grandes avances tecnológicos que han tenido a lo largo de la última década.

Raya se une a otras recientes princesas que no espera a un príncipe ni ser rescatada y que además muestran otro tipo de culturas que pocas veces son representadas en el cine de Hollywood. No obstante, se mantiene el sello de la casa a través de otros elementos de Disney a través de personajes como Sisu. La carismática Awkwafina presta su voz en inglés para el dragón, cuyo trabajo recuerda al hecho por Robin Williams como el Genio en Aladdin (1992). La interpretación de la actriz está llena de hilarantes diálogos de comedia, un hablado más contemporáneo y que su gran personalidad no opaca su lado de sabiduría.

A pesar de contar con todos estos elementos, la película se siente corta comparada con otros éxitos en la más reciente era de Disney. Una parte son todos esos elementos que caracterizan a las cintas del estudio en su intento por atrapar al público infantil cuando no había necesidad. Pixar, el otro gran estudio de la compañía, ha demostrado que se puede cautivar a todo tipo de público si la historia está lo suficientemente bien contado.

Raya y el último dragón es entretenimiento total, pero dista de ser de lo más memorable de Disney en los últimos años. La película termina siendo una historia bonita, cuando la propia aventura de la protagonista prometía ser algo mucho más épico, en lugar de una aventura que ya nos han contado con anterioridad. Por mucho que ahora Disney haya actualizado la fórmula para la franquicia de princesas, todavía debe encontrar cómo complacer a sus viejos seguidores y encajar con la visión social de esta época.

Tráiler de ‘Raya y el último dragón’.

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