Columna #35 | Caleidoscopio por Miguel Parpadeos
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Es una mañana que debería ser como cualquier otra para Mei Lee, una niña de trece años que vive en Canadá. Es la mejor en sus clases, tiene grandes amigas con quienes comparte su pasión por una boy band, y, por si fuera poco, es una hija responsable que ayuda a atender el templo de su familia de origen chino. Pero como toda niña que está creciendo, empieza a darse cuenta que no todo puede compartírselo a su mamá por temor de ser amedrentada o perder su aprobación. Así que una mañana que debería ser como cualquier otra, entra al baño y al verse al espejo se da cuenta que se ha transformado en una enorme panda roja.
Red (Turning Red) es el debut de la directora Domee Shi, quien además es la primera mujer en dirigir una película animada para el reconocido estudio Pixar. Su nombre resaltó dentro de la industria de la animación después de haber ganado el Oscar en la categoría de Mejor Cortometraje Animado en 2019 por Bao, cuya historia se centra en una mujer que cría a un pequeño bollo relleno (baozi) como su hijo para después darse cuenta que no está lista para dejarlo ir. Así como la directora muestra en este cortometraje su habilidad para contar un relato familiar a través de lo fantástico, consigue reflejarlo de igual forma en Red con el relato de Mei.
Tan pronto la protagonista descubre que su transformación a un panda rojo ocurre cuando se enoja o se exalta, el largometraje de animación relaciona los cambios que tiene Mei con la adolescencia. La propia historia no teme en reparar en ello. Cuando ella se descubre por primera vez convertida en un animal, la escena termina por involucrar a su madre y continúa como si fuera la mañana siguiente después de tener su primera menstruación. Mei tiene que aprender a acostumbrarse a este nuevo cambio en su cuerpo y cómo controlar a esa “bestia”.
Muchas de las experiencias que vivió la directora Domee Shi en su juventud fueron incorporadas al guion de la película. La ubicación temporal es en los dos mil, donde aún se utilizaban CDs para compartir música o los celulares solo servían para mandar mensajes y hacer llamadas. Muchas de las experiencias de la directora y de las mujeres del equipo de producción ayudaron a moldear al grupo de amigas de Mei, quienes serán sus principales acompañantes ahora que debe aprender a vivir con esa parte suya que se transforma en un panda rojo. En lugar de hacerla sentir como un monstruo, la ayudan a aceptarse y la propia Mei empieza a buscar su propia identidad.
Hacia el segundo acto de la película, se introduce una explicación fantástica alrededor de este evento en la vida de Mei. Este resulta estar atada a un tema de las mujeres de su familia. A partir de este momento, la historia se revela como lo que en realidad es: una historia de la relación de una madre y una hija, donde esta última está intentando encontrar su propio lugar en el mundo.
Aunque la película no resulta tan ambiciosa o épica como son muchas de las películas más reconocidas de Pixar, esta cinta se relaciona más con otras más recientes como Onward y Luca, que se enfocan en plantear personajes jóvenes que se emprenden en una aventura pequeña que impactará en su proceso de maduración.
La película estaba planeada para tener un estreno en salas de cines, pero debido a la variante Ómicron de COVID-19, su lanzamiento fue cambiado desgraciadamente a uno digital como han sido todas las producciones de Pixar durante la pandemia. Y digo desgraciadamente, porque todos han sido cintas con historias originales y no secuelas, algo que la industria de Hollywood parece olvidar que también necesita.
Red se encuentra disponible en Disney+, además de contar con un detrás de cámaras donde muestran el proceso creativo y cómo les afectó la pandemia para concluir el proyecto.
Tráiler de ‘Red’, de Disney Pixar.
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