Columna #12 | Caleidoscopio por Miguel Parpadeos
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Si hace un año hubiéramos imaginado que una película proveniente del mundo anime dominaría la taquilla internacional, hubiéramos pensado que sería una hazaña imposible. La pandemia ha afectado al cine, en especial a los complejos cinematográficos, debido a la poca asistencia o, en algunos países, al cierre de estos lugares. Pocos fueron los estudios que decidieron lanzar sus películas a salas; uno de ellos fue Ufotable en Japón con la continuación de la exitosa adaptación a anime que realizó del manga Demon Slayer (Kimetsu no Yaiba).
Bajo el nombre de Demon Slayer Mugen Train, la película, el largometraje animado se estrenó en octubre de 2020 y a finales de ese año, fue la cuarta cinta más exitosa a nivel internacional. En Japón se convirtió en la película más taquillera en su historia, superando a El viaje de Chihiro (2001), la película ganadora del Óscar del director Hayao Miyazaki. Desde la fecha de estreno a abril de 2021, ha recaudado alrededor de 450 millones de dólares en todo el mundo. Ahora se encuentra en cines mexicanos, cosechando nuevos éxitos. En su primer fin de semana de exhibición, se posicionó en el segundo lugar de la taquilla nacional con un total de 311 mil espectadores.
Para explicar la sorpresa que ha sido Demon Slayer como fenómeno cinematográfico, hay que remontarnos unos años atrás. Escrito y dibujado por Koyoharu Gotouge, el manga comenzó su publicación en 2016 en la famosa revista Weekly Shounen Jump, de donde han salido otras reconocidas franquicias a nivel mundial como Dragon Ball, Naruto, One Piece o Death Note.
Ubicada a principios del siglo XX en la era Taisho, la historia se centra en el joven Tanjiro, cuya familia es asesinada por un demonio. La única sobreviviente es su hermana Nezuko, quien ahora se ha transformado en uno. Los dos hermanos emprenden una aventura para intentar curarla y, para conseguir su objetivo, Tanjiro se une a la Compañía de Cazadores, una organización cuyos miembros realizan misiones para destruir a estas criaturas.
La popularidad que empezó a tener la historieta la llevó a tener una exitosa adaptación anime, gracias a dos decisiones claras que tomó el estudio Ufotable. La historia seguiría al pie de la letra todos los eventos del manga, lo cual permitió en más de una ocasión que se elevaran los momentos dramáticos. Asimismo, la serie ofrece una animación de alta calidad, que se aprecia en muchas de las secuencias de combate. Después de concluir los primeros 26 episodios, se anunció que el siguiente capítulo de la historia no llegaría a través de una segunda temporada, sino en la gran pantalla de cine.
La trama de Demon Slayer Mugen Train, la película nos sitúa en los últimos momentos del final del anime, donde vemos en una estación de trenes a Tanjiro (y Nezuko protegida en la caja que él carga en su espalda) para iniciar una nueva misión. A su lado están sus dos amigos y compañeros de batalla: el temeroso de Zenitsu e Inosuke, un joven que cubre su cabeza con una máscara de jabalí. Mientras recorren los vagones, se encuentran con Kyoujuro Rengoku, uno de los mejores cazadores de la compañía, quien también está ahí para investigar sobre la misteriosa muerte de pasajeros que se ha reportado.
Momentos después del encuentro, todos caen dormidos profundamente junto con el resto de las personas en el tren. El culpable es un demonio, cuyo poder es sumergir a sus víctimas en un hermoso sueño para que, una vez que bajen sus defensas, los asesinen. Así que tendrán que buscar una forma de escapar de la trampa en la que han caído para poder vencerlo y salvar a todos los pasajeros.
La elección de esta parte de la historia del manga por parte del estudio tiene sus ventajas y desventajas. Para personas que nunca han visto un episodio del anime o desconocen la premisa, probablemente no sería el mejor punto de inicio. En cambio, para quienes sí están familiarizados con la serie, se vuelve algo obligatorio al ser una continuación directa y no una aventura que no tendrá repercusiones en la trama principal. Por si fuera poco, la brevedad de este capítulo lo vuelve ideal para ser contado en un largometraje.
La trama tiene sus momentos alegres y de comicidad en los primeros momentos de la cinta, para posteriormente enfocarse en los sueños de los personajes. El más desarrollado y con mayor peso emocional es el de Tanjiro, ya que se reencuentra con su familia y revive la cotidianidad de su vida antes de que fueran asesinados. La segunda parte de la película se enfoca en los combates, donde destaca la batalla de Rengoku. Más allá de lo espectacular que es, la resolución es inesperada y desoladora.
Aunque en muchos momentos el CGI no luce del todo bien, el resto de la animación continúa siendo impecable y con momentos que lucen de una forma más épica comparada con el anime. Lo más esperado es que esta calidad ocurra solo en las escenas de acción, pero también lo es en muchos momentos emotivos que tiene la película en especial hacia la conclusión.
Cabe destacar el regreso al proyecto de la cantante LiSA, quien interpreta los temas de apertura y salida del anime. En esta ocasión coescribe el tema de la película Homura, balada que recibió el gran premio en la edición 62 de los Japan Record Awards.
El fenómeno de la película de Demon Slayer seguirá dando de qué hablar por un par de meses más, para después recobrar fuerza en la segunda mitad del 2021 con el estreno de la segunda temporada del anime que, seguramente, también dará mucho más de qué hablar.
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