
Columna #64 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Instagram: @beepbeeprichiemx
Entretenida sí, con algunos buenos musicales también, unos bellos vestuarios adornando e incluso divertida en ocasiones. Cero inspiradora también, con unos efectos especiales que dejan mucho que desear y algunos diálogos que resultan muy forzados. Así es como quedó construida Aladdin, la nueva cinta live action de Disney.
La película cuenta con la dirección de Guy Ritchie, quien anteriormente ha estado involucrado detrás de películas como Sherlock Homes y su secuela Sherlock Homes: juego de sombras. Mientras tanto, el guion corre a cargo de John August, quien tiene experiencia en los textos de cintas como El gran pez, El cadáver de la novia y Frankenweenie.
Con una anécdota conocida por muchos, sobretodo por aquellos que han visto la cinta original, la historia sigue a Aladdín (Mena Massoud), un joven ladrón árabe que un día conoce a la princesa Jasmin (Naomi Scott), de quien queda enamorado. Por azahares del destino [o quizá porque el malvado Jafar (Marwan Kenzari) lo incita a hacerlo], Aladdín termina encontrando una lámpara mágica, que al ser frotada sale un Genio (Will Smith), quien le concede tres deseos, y a partir de entonces Aladdín buscará de ganarse el amor de la princesa.
Hace un par de días leía una entrevista con la actriz Naomi Scott, quien entre las anécdotas y detalles sobre Aladdín aseguraba que en la cinta intentaba rescatarse e inspirar a las personas de otras culturas, digamos que sobre todo a las árabes y similares, sobre aquello de que los sueños pueden hacerse realidad. Aladdín podría ser varias cosas, pero nunca llega a consolidarse de lleno como una película inspiradora.
Justamente el personaje de Jasmin sigue la línea de voz feminista que tanto busca representarse e inspirar en el cine actual. Su personaje, más allá de desear encontrar al esposo perfecto, también busca la libertad que tantas veces le ha sido negada por su padre y quien suele mantenerla encerrada en el palacio; además busca ser escuchada. Por mucho intento de obedecer a ese principio de lucha, incluyendo canciones potentes como Speechless que sinceramente es muy buena, no quita que algunos diálogos de este personaje llegan a sentirse forzados e incluso brincan con su construcción.
El personaje de Jasmin probablemente no está bien escrito, pero eso no es culpa de Naomi Scott, si no del guionista a cargo. De hecho, actoralmente Naomi realiza un buen trabajo y es quien mejor voz tiene de todo el reparto. Al lado de la actriz también tenemos a un simpático Mena Massoud de sonrisa seductora, que igualmente personifica bien a un Aladdín físicamente hábil, pero mentalmente un poco torpe.
En contraparte a Scott y Massoud tenemos a quien hace el peor papel de la película: Marwan Kenzari. Y no digo peor por ser villano y porque represente el obstáculo de la historia, si no porque realmente es malísimo. Kenzari da vida a un Jafar que no termina de construirse como villano real y humano o una especie de ente caricaturesco haciendo maldades al estilo de película familiar.
Precisamente para cerrar el tema actoral no podemos dejar de mencionar a Will Smith, que hace su propia versión del Genio, muy diferente a la versión animada. Will Smith da vida a un Genio mucho más humano, y claro, el como personaje se lleva algunos de los mejores chistes de la película.
Aladdín es una cinta que al parecer no se preocupa por lucir muy real y llega a sentirse como una caricatura con fotogramas reales. En su esencia también navega una especie de cine al estilo Bollywood, cosa que podemos detectar notablemente en las secuencias rápidas de acción e incluso durante los musicales. No sé si esto es bueno o malo, o si a alguien sí le guste, pero al menos nos aleja un poco de los modelos hollywoodenses.
Si en la esencia de esta live-action ya navegaban los toques de cine de Bollywood, hubiera sido maravilloso también que el director se apropiara un poco más de los paisajes y las culturas que se usaron para la historia, en vez de abusar tanto del CGI, que muchas veces luce muy falso. Una de las ocasiones más decepcionantes es durante el musical de A whole new world, donde todo al paso de la alfombra mágica es demasiado estático y simplemente no se observa mucha vida.
En definitiva, Aladdín no es aquel estrellazo que muchos juraban que sería, pero tampoco posee suficiente encanto que dejen lleno de satisfacción al espectador. Entretenida claro que es, tanto que algunos chistes, interacciones entre Aladdín y el Genio, o algunos temas musicales en sonidos muchos más pop captarán la atención del espectador para sobrevivir las más de dos largas horas que dura esta película.
A mi me encanto, disney deberia seguir más las historias animadas al pie de la letra a la hora de pasarlas a live action y no cambiarle cosas, siguieron la animada de aladdin casi al pie de la letra, lo unico que medio la cago fue la jazmin que la pusieron más rebelde de lo normal y las 2 canciones que canta ella nuevas (osea las individuales) estan de más, pa mi fue un relleno que no necesitaba y pensar que por esos 5 min de escena nueva me quitaron al sultan siendo obligado a comer galletas y a jazmin con su traje rojo pasion esposada, de ahi en fuera todo esta perfecto ❤.
Aparte es una peli de fantasia xd, no se ocupa realismo plox ?, osea intento escapar de mi aburrida realidad sin magia y amor eterno, pa que quiero yo realidad? Pa eso veo una pelicula sad o basada en hechos reales.