Columna #36 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Con algunas comparaciones por parte del público con la cinta Un lugar en silencio es como se estrenó, este viernes, Bird Box: A ciegas, la nueva película original de Netflix, una interesante propuesta de ciencia ficción, entretenida y atrapante por momentos, pero probablemente también insuficiente.
La historia es dirigida por Susanne Bier, cineasta de origen danés, quien en 2010 se llevó el premio Oscar para “Mejor película de habla no inglesa” gracias a su trabajo en Hævnen (Un mundo mejor).
Bird Box: A ciegas, sigue a Malorie (Sandra Bullock), una mujer embarazada que tiene miedo de no conectar con su bebé. Tras una visita al doctor, ella y su hermana Jessica (Sarah Paulson), son testigos presenciales de una especie de plaga que hace que si la ves termines por asesinarte a ti mismo. En ese momento de pánico, Malorie conocerá un grupo de sobrevivientes que buscan la manera de mantenerse con vida.
La historia se desarrolla a dos tiempos: entre el presente donde Malorie navega en un río con dos niños, y el pasado, unos cinco años antes, donde vemos el inicio de esa especie de fin del mundo. Esta combinación de dos tiempos nos permite teorizar sobre el destino de algunos sucesos (y sobre todo de los personajes) en el futuro.
Desde la primera secuencia de caos, con Sandra Bullock y Sarah Paulson al frente, se nos adentra en el conflicto de un estado apocalíptico, y nos sorprende, nos atrapa. Numerosas personas corren, se empujan, y al espectador nos asustan más, precisamente con el caos humano, que haciéndose valer de efectos digitales, o de exponernos la naturaleza de ese ente que provoca todo el desorden, los accidentes y forma un disturbio.
La comparación del público entre Un lugar en silencio y Bird Box: a ciegas no se ha hecho esperar, afirmando que mientras en la primera se trata de un grupo de sobrevivientes tratando de salvarse ante unos monstruos sin hacer ruido, esta segunda trata de un grupo de sobrevivientes tratando de salvarse de un ente anónimo e indefinido. Más allá de esa aparente vinculación, por se perciben más. Además, en una una comparativa directa entre ambas, Bird Box saldría perdiendo al ser una película que maneja otra dinámica, frente a la magnífica tensión de Un lugar en silencio.
A decir verdad, Bird box: a ciegas llega a recordar más a otra película apocalíptica como lo es Sobrenatural (o también conocida como La niebla), basada en una novela de Stephen King. En una escena, sin hacer alguna clase de spoiler fuerte, los sobrevivientes deben viajar hasta un supermercado y rescatar víveres. Esta situación recuerda directamente a la otra película mencionada, donde un grupo de sobrevivientes, encerrados en un supermercado, deben mantenerse ahí ante la presencia de unos misteriosos seres monstruosos. Afuera representa peligro, mientras el supermercado representa refugio.
La historia de esta película no es muy original, y en su defecto si llega a ser predecible, pues rescata algunos tópicos de las películas apocalípticas, donde sabes que los sobrevivientes podrían ir muriendo uno a uno. Sin embargo, algo que propone y con lo que juega esta cinta es con sus personajes, valiéndose en buena parte de sus historias personales para generar una historia más sólida. Incluso, podemos ver el tema de la maternidad y los sentimientos generados por esto con el protagónico de Sandra Bullock. Las historias personales llegan a representar un mayor peso en algunos espacios, mientras se sigue manejando el misterio de ese ser o seres que los acechan.
El elenco es maravilloso y está bien dirigido. Sandra Bullock, Trevonte Rhodes, John Malkovich, Sarah Paulson, Jacki Weaver, y hasta el cómico Lil Rel Howery nos entregan buenas escenas y sobre todo personajes fuertes, no desdibujados, ni siendo solamente elementos de relleno.
Una de las mayores debilidades de esta película la encontramos con su final, el cual llega a sentir hasta apresurado, poco entendible, extraño y no deja una sensación de completar la historia. Es un final con poca fuerza, contrario a muchos momentos enérgicos que vemos en el transcurso de la trama.
En definitiva, Bird box: a ciegas es una cinta realmente entretenida de Netflix, que no dejará indiferente a nadie. La plataforma nos da este regalo anticipado de Navidad como una muestra de que puede hacer buenas películas y con poco presupuesto, pues es evidente que esta película no goza de grandes recursos, pero saben utilizarlo sabiamente.
El guion es un tanto predecible, pero las actuaciones, el misterio, y las historias personales de los personajes te invitan a seguir el desarrollo. La línea temporal que se maneja a dos tiempos también es una propuesta interesante pues el espectador puede ir completando sus teorías según con lo que ve. A diferencia de los personajes que deben vendarse los ojos para sobrevivir, nosotros hay que tenerlos bien abiertos para disfrutar de esta película y ceder a sus encantos aceptables.
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