Frente a la pantalla: Crítica a ‘Brightburn: Hijo de la oscuridad’

Columna #63 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
Instagram: @beepbeeprichiemx

¡Qué decepción! No otra manera de llamar a Brightburn: Hijo de la oscuridad que tenía una estupenda premisa detrás de ella con una especie de Superman villano como protagonista y simplemente resultó en nada, en una película vacía, que no da miedo, no sorprende y tiene un desarrollo pésimo, casi incomprensible.

La cinta cuenta con la dirección de David Yarovesky, quien tiene un corto camino en largometrajes y que hasta ahora no tiene una cinta que haya captado muchos reflectores sobre él. El nombre más atrayente que despierta la expectativa es el de James Gunn, pero quien solamente funge como productor.

La historia sigue a Tori (Elizabeth Banks) y Kyle Breyer (David Denman), una pareja de esposos que tienen problemas para concebir un bebé al que tanto desean tener. Una noche, mientras se preparan para tener intimidad, una especie de nave espacial cae sobre el bosque en el patio de la casa, misma que tiene un bebé dentro. La pareja adopta al pequeño y este crece sin saber sus verdaderos orígenes. Pronto, Brandon (Jackson A. Dunn) descubre que tiene superpoderes, pero ¿qué pasaría si en vez de utilizar sus poderes para el bien de la humanidad y convertirse en superhéroe los utiliza para hacer el mal?

Así es como arranca Brightburn, una película que de alguna forma busca retomar el tópico de los superhéroes, que tanto éxito en taquilla ha cosechado en los últimos años, pero intentando llevarlo a otra dimensión no explorada y buscando tocar el género del terror. Lamentablemente, no asusta, no impacta y mucho menos es retorcida ni siniestra. Las atrocidades cometidas por Brandon son mostradas de forma tan sencilla, tan light, que deja un vacío muy grande en su intento por ser una película de horror.

Poco a poco, Brandon van descubriendo sus poderes, desde una gran fuerza, visión de rayos X, velocidad e incluso la capacidad de volar. Efectivamente, por todos estos detalles y el estilo de vida de la familia en un pequeño poblado, como lo es Brightburn, permiten emular a uno de los superhéroes más conocidos de la historia: Superman.

La historia está mal contada y el desarrollo se percibe desastroso, atropellado. Nunca se habla de los orígenes del personaje, ni de su llegada, no hay un cuestionamiento por quienes lo adoptaron, ni tampoco se explica porque Brandon decide hacer el mal. Por ahí, hay una parte de la historia donde los padres adoptivos del niño encuentran unas revistas para adultos entre sus pertenencias y creen que los cambios en su actitud se deben a la llegada de la adolescencia, estableciendo una conversación sobre la sexualidad con él. Más allá de esas creencias jamás vuelven a cuestionarse y la explicación más cercana y medio extraña para el espectador es que la nave espacial lo atrae y parece incitarlo a la maldad.

Y entre más desentrañamos la película más terrible se pone todo, sin mejorar en algún punto. La cinta también tiene un reparto pésimo. Las actuaciones son malas, malas, a excepción de Elizabeth Banks, que es la única que logra lucirse y a pesar de que en ocasiones la maternidad de su personaje resulta mucho más molesto que conmovedor.

Y cuando las esperanzas ya solo quedan depositadas en la producción esta también termina por fallar en constantes ocasiones. Varios cortes terribles en la edición hacen lucir muy falsas importantes escenas o muertes de personajes. Y sí nos ponemos a hablar de los efectos visuales, ahí sí terminamos por la calle de la amargura.

En definitiva, Brightburn: Hijo de la oscuridad tenía una premisa increíble que hubiera sido totalmente interesante ver envuelta en un ambiente siniestro que erizara la piel. Lamentablemente, más allá de la premisa, hay poco o casi nada que rescatar. Malas actuaciones, malos efectos, mala edición, mala dirección y el rey de las fallas, que desde el principio condenaron esta cinta, es el mal guion. Una verdadera lástima.

Por ahora, tendremos que esperar la serie The boys, que será lo más cercano a explorar a unos superhéroes perversos, pero que ahí apenas nos llevarán al público entre el drama y el humor negro. Esta premisa en un género de terror, al menos en este primer intento, falló.


Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*