
Columna #198 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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No hay duda de que Coda: Señales del corazón se convertirá en una de las favoritas esta y las siguientes semanas durante su paso por cines mexicanos, y es que desde su estreno en el Festival de Cine de Sundance 2021 ha logrado conquistar a los críticos y a la audiencia. A pesar de que toma ideas prestadas de otras películas coming-of-age, alberga también una originalidad en su anécdota y una particularidad en su narrativa que la vuelven especial.
La historia sigue a Ruby Rossi (Emilia Jones), una adolescente CODA (Child of Deaf Adults, por sus siglas inglés), es decir hija de padres sordos. Al ser la única miembro de su familia que puede escuchar, pues su hermano mayor Leo (Daniel Durant) también es sordo, la chica divide su rutina diaria entre la escuela y las actividades de pesca, trabajo al que se dedica su familia.
Ruby está cada vez más cerca de entrar a la universidad y en su último año decide inscribirse en el coro de la escuela, pues lo que más ama es cantar. Ahí conoce al maestro Bernardo Villalobos (Eugenio Derbez), quien al reconocer su talento vocal la impulsa a estudiar música. Pronto, llegará el momento de que Ruby tome decisiones importantes: seguir siendo la intérprete de su familia, como lo ha sido desde pequeña; o perseguir sus sueños.
Coda: Señales del corazón es sumamente divertida y conmovedora. La cinta se trata de un remake de la película francesa La familia Bélier, y a partir de este dato el público podría preguntarse en dónde recae la singularidad u originalidad de la película estadounidense, y es que de entrada el elenco de esta versión está personificado por actores sordos reales, tanto el padre interpretado por Troy Kotsur, su esposa a la que da vida Marlee Matlin y el joven Daniel Durant viven con esta condición.

La directora y también guionista Sian Heder aprendió el lenguaje de señas mientras escribía esta adaptación, pues gran parte del texto está realizado bajo estos signos. El resultado alcanzado es increíble, pues la realizadora nos enfrenta a situaciones honestas, francas e incluso hay una escena (sin spoilers) donde todo sonido se desvanece, llevándonos a percibir un poco de la sensación de los miembros sordos de la familia.
El trabajo de Emilia Jones para volverse un componente dentro de esta familia ficcional y compartir escena con sus compañeros de reparto, los cuales muchas veces revelan su intranquilidad con señas desesperadas o su sentir con miradas cristalinas dotan todas las actuaciones de una enorme delicadeza y autenticidad. Pero no solo son virtuosos a la hora de las escenas dramáticas, sino que también pueden ser muy graciosos, sobre todo Troy Kotsur y Marlee Matlin.
El trabajo actoral del mexicano Eugenio Derbez tampoco se aleja mucho de los logros de sus compañeros y es que su personaje posee una enorme simpatía, alejado de las características caricaturizadas o exageradas que ya sabemos es capaz de lograr. Es un reto donde lo vemos comprometido a regalarnos otra faceta.
En definitiva, Coda: Señales del corazón es un viaje al interior de sus personajes y que nos muestra que el amor incondicional está más allá de lo perceptible o de lo que propiamente podemos decir, el amor también se refleja a través de los signos o señas que compartimos, aunque esto solo sea del entendimiento de unos cuantos.
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