Columna #95 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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Stephen King es una mente muy creativa del terror que repetidamente ha convertido lo inimaginable en las situaciones más terroríficas o angustiantes que podamos imaginar. De la mente del maestro del terror han surgido entes de otro mundo que adquieren la forma de un payaso para aterrorizar, un perro con rabia que intenta asesinar a una madre y su pequeño hijo, una chica con poderes de telequinesis que se venga de sus compañeros el día de graduación y hasta carros asesinos que cobran vida.
De esa misma mente surge En la hierba alta, escrita al lado de su hijo, el también escritor Joe Hill, y cuya adaptación fílmica para Netflix acaba de estrenar hace unos días. La película cuenta con un guion y dirección de Vincenzo Natali, quien ha trabajado como director en algunos capítulos de series como Hannibal, American gods y Westworld.
La historia nos lleva hasta dos hermanos, Natalie (Rachel Wilson) y Cal (Avery Whitted), quienes paran en un lugar remoto de la carretera debido a las náuseas provocadas por el embarazo de ella. Allí detenidos, casi junto a una iglesia, escuchan los gritos de auxilio de un niño entre un montón de hierba alta. Luego de conversar a larga distancia, Natalie y Cal se adentran entre los largos kilómetros de hierba, descubriendo pronto que la forma de salir de allí no será tan fácil.
Esta adaptación de la novela de Stephen King y su hijo Joe Hill es una historia inquietante, bien actuada y visualmente bella, sin embargo la trama llega a un punto en el que no termina de explicarse por completo sobre el trasfondo y los secretos que guarda este escenario tan inaudito para una película de terror.
La trama no se anda con rodeos y a los pocos minutos de inicio vemos al par de hermanos inmersos en un campo interminable de hierba que inicialmente provoca un poco de claustrofobia, un sentimiento que pronto se va con los saltos temporales de la historia y que nos llevan a otros momentos e incluso a otros personajes.
Internos en ese campo, los personajes son capaces de mantener también una lucha con sus sentimientos, situaciones de encierro que King ha explorado en otras ocasiones como El resplandor y Gerald’s game, donde sus protagonistas deben hacer frente también a una lucha interna entre su pasado, su presente y sus deseos a futuro, mientras permanecen acechados en lugares difíciles de escapar.
El director trae una buena propuesta de la parte visual, logrando unas tomas maravillosas y sobre todo haciendo que un campo de hierba tan aparentemente uniforme esté en constante cambio y jamás luzca igual. Incluso logrando que luzca un poco angustiante, sin provocar susto, pero sí fobia e incluso un poco de miedo.
Y para lograr que todos sus elementos calcen, Natali dirige a un increíble elenco, muchos de ellos caras nuevas, pero otros con trayectorias amplias como Patrick Wilson, a quien hemos visto en La noche del demonio, El conjuro y Aquaman. Wilson logra un personaje maravilloso que primeramente se pinta de misterio y que conforme avanza la trama se vuelve más tenebroso y sombrío.
En definitiva, En la hierba alta funciona bien como una película de suspenso, manteniendo atrapado al espectador la mayor parte del tiempo y gozando del misterio que se aloja entre el verde que generalmente representa vida, pero que aquí es casi un sinónimo de muerte. Sin embargo, y vuelvo a retomar un apartado anterior, la película tiende a dejar espacios vacíos, todos ellos rumbo a la parte final.
Las adaptaciones de novelas de Stephen King se han convertido en una especie de festival, pues el mes anterior tuvimos It: Capítulo 2, este mes tenemos En la hierba alta y el próximo tendremos Doctor sueño. Lo maravilloso de todo es que el maestro del terror tiene a prometedores directores dirigiendo sus adaptaciones, en este caso a Vincenzo Natali que ya tiene experiencia en los saltos temporales (Westworld), en lo misterioso (Hannibal) y en lo visual (American gods), características que componen esta película. Quizá la próxima ocasión sería mejor verlo solo detrás de cámara y no detrás del guion.
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