Frente a la pantalla | Crítica a ‘La casa de las flores’

#17 | Columna ‘Frente a la pantalla’ por Richard Osuna

Un año y medio después de anunciar su lanzamiento, y luego de meses con una extensa campaña publicitaria, Netflix por fin estrenó La casa de las flores.

¿Pero qué es La casa de las flores? Es la primera serie de Manolo Caro, escritor y director de grandes películas mexicanas como No sé si cortarme las venas o dejármelas largas, Elvira, te daría mi vida pero la estoy usando y La vida inmoral de la pareja ideal.

La historia sigue a la familia De la Mora, una familia aparentemente exitosa y perfecta, quienes están a cargo de una florería llamada La Casa de las Flores. Los problemas se desencadenan cuando la amante del patriarca se suicida, en el cumpleaños de este. A partir de ese momento, muchos secretos empiezan a descubrirse y muchas situaciones a salirse de control, mientras nuevos conflictos se van formando.

Les reitero algo que seguramente miles de personas compartirán conmigo, ¡La casa de las flores es uno de los grandes estrenos del 2018! El ingenio de Manolo Caro es tan grande que ya logró crear estupendas películas para la pantalla grande y ahora suma este nuevo proyecto como una más de sus exquisitas y maravillosas aportaciones.

La historia tiene un evidente tinte telenovelero, pero no se trata de una continuación de este género sino de una evolución. Caro en trece capítulos logró todo aquello que las televisoras mexicanas no han logrado presentar en sus producciones más recientes: una historia contemporánea, con personajes reales y sin censura.

En esta evolución de telenovela, el protagónico cae en manos de Virginia (Verónica Castro), Paulina (Cecilia Suárez), Elena (Aislinn Derbez) y Julián (Darío Yazbek Bernal). En el caso de ellas son mujeres fuertes, astutas que rompen con aquel estereotipo antiguo de la mujer sufrida; en el caso de él se busca representar con una mirada más natural a un hombre homosexual y sus dificultades.

Caro es capaz de navegar entre la comedia, el humor negro, el melodrama y el sentimentalismo, y mezclar todo esto en un guión donde siempre está pasando algo, completando una historia a la que nada le sobra. Por si fuera poco, la música siempre adornan las historias de este creador, y esta serie no es la excepción. En el soundtrack podemos escuchar temas populares de Yuri, Cristian Castro, Baccara, Freddy Fender, entre otros.

Los temas que se manejan en esta serie son extraordinarios: la homosexualidad, la transexualidad, las drogas, el racismo, y muchos más, son temas actuales, de interés social. Es un orgullo decir que esta producción es mexicana y se agradece a todos los responsables detrás de este proyecto por voltear a ver al público que tanto necesitaba algo así en pantalla.

El regreso de Verónica Castro es grandioso. Verónica se reinventó con este proyecto, y dejó aquella figura de muchacha pobre que personificó en los años 80’s con historias como Rosa salvaje y Los ricos también lloran, y que le otorgaron una impresionante fama internacional. Verónica se ha convertido en una actriz capaz de modernizarse y nuevamente revoluciona las pantallas gracias a su personaje.

Sí hablamos del reparto que completa esta serie, sinceramente, este columna se haría extensa mencionando a cada uno de los actores por su gran participación. Cecilia Suárez se reinventó, dio una actuación novedosa con ese tono de voz; Dario Yazbek Bernal es una revelación; Aislinn Derbez es totalmente convincente. Hasta la participación más pequeña y corta se vuelve grandiosa por la gran simpatía que presentan.

En definitiva, La casa de las flores lleva consigo la marca, el sello característico de las historias de Manolo Caro que siempre son divertidas, sorpresivas y generan impacto. Seguramente, para sus seguidores no será una decepción, y para aquellos que aún no conocen, o al menos no lo suficiente, el trabajo de este autor, es momento de acercarse y reconocer sus propuestas.

Esta especie de serie-novela es tan completa que se goza de forma adictiva. Es casi imposible no aventarse un montón de capítulos en maratón y no pedir a gritos una continuación. Cuidado a las televisoras mexicanas, que luego de Luis Miguel, la serie y La casa de las flores, Netflix se sigue imponiendo y llevándose al público telenovelero, mientras ellos siguen sin encontrar una orientación a sus producciones.

1 comentario

  1. En verdad muy entretenida la serie. Aúnque me parece sobreactuada.. tipo comedía y drama Como sí estuvieramos viendo un Skesh. Al inicio la peluca de la Castro se ve fatal.. tiesa la melena..Y como que se dieron cuenta y disque le cortan el pelo y le hacen un mejor louk. TAN BUEN PELO QUE SOLIA TENER LA VERO CASTRO.. Hay mucho que discutir.. tampoco es la octava maravilla. Solo se atrevio a tocar temas tabus que la televición libre apenas empieza a tocar muy sutilmente. Tampoco que se haga costumbre como las series de Narconaco que odio tanto. Y que ya incluyeron en televisa con LA PILOTO ya va 2da temporada.
    Saludos.. hay más que decir pero no me quiero colgar.. ???

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