#18 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
¿Recuerdan aquella atropellada película donde nos atascaban un montón de covers de ABBA, pero en la historia ocurría poco, casi nada? Sí, me refiero a Mamma Mía. La película regresó con una segunda parte pero esta vez corregida, muy superior a su antecesora y hasta emotiva.
Esta nueva cinta es escrita y dirigida por Ol Parker, que sustituye a Phyllida Llyod, quien fuera la directora de la primera cinta y quien lamentablemente no dio buenos resultados. Ol Parker tiene como uno de sus trabajos más conocidos The best exotic Marigold Hotel.
A forma de sinopsis, la trama funciona como precuela y también como secuela, es decir como precuela nos lleva a aquel verano donde Donna (personaje intepretado en su juventud por Lily James) conoce a los tres posibles padres de Sophie (Amanda Seyfried) y a forma de secuela sigue como a Sophie, quien después de la muerte de su madre ha luchado para convertir el lugar donde viven, en un paradisíaco hotel.
Juntar ambas partes es una de las decisiones más inteligentes de la película, porque haber realizado solo una precuela o una secuela, difícilmente hubieran podido sostener una trama de hora y media o dos horas. El guión es un tanto flojo, pero hay muchas mejoras que permiten disfrutarla muy por encima de su antecesora.
En la primera cinta fueron utilizadas las canciones casi más populares del grupo ABBA, aunque hay algunas repeticiones para esta segunda entrega tales como “Mamma mía”, “Dancing Queen” y “I have I dream”. Esta ocasión también se utilizaron, en su mayoría, otras canciones que quizá no son tan conocidas como “Angel eyes”, “Andante, Andante” y “My love, my life”,
Los números musicales de Mamma Mía: Here we go again, indudablemente son mejores que su anterior entrega. Las coreografías lucen más preparadas y los cortes tienen mayor continuidad, no dejando aquella sensación de escenas mal pegadas, a pedazos y hasta improvisadas que tenían en la primera parte. Sobre todo los números musicales se introducen de forma más pertinente y no continuamente como ya había sucedido, permitiendo que la trama se aprecie más.
Otros de las mejoras es que el espíritu festivo y colorido de la historia siguen presentes, pero también se rescatan los matices que ningún momento nos logra dar su predecesora. Esta vez no se presenta una historia tan plana. Aquí sí vemos más romance y percibimos los cambios de ánimo en los personajes. Además, existen momentos muy conmovedores, como la última escena que logra un cierre placentero y digno de aplaudir.
El elenco, por su parte, se luce con sus intervenciones. Lily James contagia con su energía y es imposible no acceder a su jovialidad, entusiasmarse con su participación y engancharse con su actuación. Amanda Seyfried luce mejor que la anterior entrega y su presencia es más imponente. Cher, que no es ningún secreto su aparición, también da un personaje bonito por pequeño que es. Los actores que dan vida a las versiones jóvenes de las Dynamos y a los tres amores de Donna dan unas actuaciones increíbles.
En definitiva, para aquellos que quedaron con mal sabor de boca en la primera entrega, esta segunda parte podría hacer olvidar aquella cinta llena de errores, que lo mejor que presenta son las canciones de ABBA.
Por supuesto, Mamma Mía: Here we go again, también tiene sus errores, sus escenas innecesarias y algunos efectos de mala calidad. Sin embargo, pesan más sus aciertos que la establecen como una película palomera. Como dice la canción: “Mamma mia, here I go again, my my, how can I resist you?”.
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