Frente a la pantalla: Crítica a ‘Little fires everywhere’

Columna #137 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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Tal parece que Reese Witherspoon está decidida a convertirse en la nueva reina de la televisión premium y streaming, participando y produciendo series que han llegado para quedarse en la memoria de los espectadores como Big little lies en HBO, The morning show de Apple TV+ y ahora lo vuelve a hacer con una miniserie del mismo calibre: Little fires everywhere, original de Hulu y que llega a América Latina por Amazon Prime Video.

Esta miniserie está creada por Liz Tigelaar, quien ha escrito capítulos de series como Once upon a time, Revenge, Nashville, Bates motel, entre otras; y la historia, a su vez, está basada en la novela homónima de Celeste Ng, lanzada en 2017.

La historia nos lleva hasta los suburbios de Shaker Heights, Ohio, a finales de los años 90. Ahí en el lugar vive Elena Richardson (Witherspoon), una mujer rica y que aparentemente es una madre, esposa y ama de casa perfecta; y que divide su vida trabajando medio tiempo en un periódico local.

Pero la vida de Elena da un vuelco con la llegada de Mia Warren (Washington), una artista que viaja con su hija Pearl (Lexi Underwood) y que decide establecerse en la ciudad. Precisamente, Elena ofrece a Mia una de sus propiedades en renta para quedarse. Y pronto, tanto la relación entre ambas mujeres, así como los conflictos provocados por Pearl y los cuatro hijos de Elena hacen volar todo como llamaradas de fuego.

Lo que inicialmente parece ser una historia que narrará el enfrentamiento entre dos mujeres, pronto se vuelve una narrativa que nos habla del racismo, las clases sociales y, sobre todo, de la maternidad. Su tensión es tan grande que aumenta en cada capítulo y desencadena en un final magistral para aplaudir de pie. ¡Una de las mejores series del 2020!

El reparto está de agasajo, comenzando con sus protagonistas Reese Witherspoon y Kerry Washington que están de premio y es de esperarse que la veamos nominadas en muchos premios. Y ni hablar del reparto joven: Jade Pettyjohn como Lexie, Jordan Elsass como Trip, Gavin Lewis como Moody y Megan Sttot dando vida a Izzy, todos ellos como los hijos de Elena, están maravillosos; y no se queda sin su mención Lexi Underwood como Pearl.

A través de una temporalidad mayormente lineal, pero que no escapa a mostrarnos flashbacks al inicio de casi todos los capítulos y un episodio especial, vamos construyendo los perfiles de todos los personajes, que intenta explicarnos que ya sea personajes blancos, negros o asiáticos, no han tenido una vida fácil y han tenido que luchar con sus fuerzas para salir adelante, y donde de algún modo no hay personas buenas o malas.

Pero aún así, también se nos ofrece una mirada a las diferencias raciales y lo privilegiado de la Norteamérica blanca, sobre las personas de color y los asiáticos; y también nos muestra que no importan las condiciones económicas en cuanto a la responsabilidad de ser padre ser refiere: todo el dinero no te hace la mejor madre o padre, y la falta de recursos tampoco te hace ser uno malo.

Cada situación que se va desarrollando a lo largo de esta serie limitada es una pieza más que embona para el final prometido y avanzado desde la primera escena: la casa de Witherspoon, su esposo e hijos está consumida por las llamas y reducida a solos cenizas. ¿Qué, quién y cómo se provocó el incendio? Eso tendremos que descubrirlo.

En definitiva. Little fires everywhere es un viaje de emociones, donde sufrimos y lloramos con los personajes, pero también somos capaces de sentir su rabia, su enojo, su desesperación. Una vida destrozada puede provocar el desastre de varias vidas más y cuando de ser mamá se trata la situación se vuelve más compleja. Esta serie limitada nos ha hecho un regalazo de historia y no pasará desapercibida como una de las mejores producciones del año. ¡Enorme serie!

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