Frente a la pantalla: Críticas a ‘El visitante’ de HBO y ‘Sex education’ temporada dos

Columna #115 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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El visitante

¡Qué enorme manera de empezar el año HBO! El visitante, recientemente estrenada por la cadena premium, es una de las mejores miniseries de suspenso sobrenatural de los últimos tiempos. Es alucinante, intensa, oscura y es capaz de provocar que la piel se erice.

La historia está basada en la novela homónima del maestro del terror Stephen King, quien en los últimos años ha navegado en las novelas detectivescas y esta historia parece reunir justo ese toque junto con las cosas sobrenaturales. Al final la historia también reúne muchos elementos o tópicos de otras historias del famoso escritor, que con la frecuencia que escribe es imposible no autocopiarse.

La historia arranca cuando en un pequeño poblado encuentran el cuerpo mutilado de un niño. Según las muestras de ADN y los testimonios, el supuesto responsable es Terry Maitland (Jason Bateman), quien es detenido durante un partido de béisbol infantil que dirige, frente a todos. Sin embargo, cuando las pruebas también indican que Maitland estuvo fuera de la ciudad durante el crimen y es inocente, además de que más cosas sobrenaturales empiezan a suceder, la investigación a cargo del detective Ralph Anderson (Ben Mendelsohn) se hace más difícil.

El visitante es la adaptación más compleja y seria que se ha hecho de una novela de Stephen King en los últimos años. La serie arranca como una especie de historia policíaca, pero, como ya lo apunta la sinopsis, a medida que avanza el desarrollo se vuelve más estremecedor involucrando cosas más aterradoras. Así, el espectador se va haciendo más y más preguntas sobre el crimen y tratando de hilar los acontecimientos.

Y cuando la historia parece arrojar detalles, la trama sigue desdoblándose dando entrada a más personajes y más situaciones que vuelven sumamente interesante la serie. Además, tiene un extraordinario elenco entre sus personajes principales, capaces de mantener la atención.

Quizá lo único que podría afectar la relación de algunos espectadores con la serie es la forma tan contenida en su desarrollo y que puede resultar un tanto pesada. Sin embargo, el estremecimiento y la forma tan meticulosa de construir las tramas y subtramas recompensan absolutamente todo. Incluso, la información que se va revelando prometen explotar todo de una manera espectacular.

En definitiva, El visitante es un arranque maravilloso para HBO este 2020 y por supuesto que el público no se la puede perder. Una de las mejores noticias es que apenas se han transmitido cuatro capítulos y aún faltan seis más para su final, por lo que se pueden poner al día HBO GO. Si son amantes de las series policiacas y están dispuestos a padecer un poco con situaciones sobrenaturales, esta miniserie no los va a decepcionar. Imperdible.

Sex education 2

La magia de Sex education, original de Netflix, es un gozo total y esta segunda temporada respalda cada uno de los logros de su primera temporada, manteniendo la esencia de los personajes, una trama extraordinaria y, en general, situándose con perfecta continuidad.

Para quienes aún no hayan visto nunca esta serie, la historia sigue a Otis Milburn (Asa Butterfield), un joven adolescente e hijo de la terapeuta sexual Jean Milburn (Gillian Anderson) y quien decide iniciar una clínica sexual en su escuela para orientar a los alumnos, contando con la ayuda de Maeve (Emma Mackey), una compañera. Para esta segunda temporada, la historia arranca cuando una supuesta epidemia de clamidia vuelve locos a todos los estudiantes y el director debe hacer algo al respecto.

Sex education ya demostró en su primera temporada que no es una comedia estereotipada ni morbosa y, por lo contrario, llega a romper con los tabúes de la sexualidad humana, a la vez que cuenta una historia atractiva, responsable y que mezcla perfectamente el humor con lo emocional.

Ahora, esta segunda temporada viene recargada, con más temas sexuales que retratar, pero además adicionando algunos personajes nuevos, abriendo las puertas al elenco adulto con mayores participaciones y hasta un poderoso penúltimo capítulo de soporte y apoyo femenino que todos recordaremos como uno de los mejores de toda la serie.

Por su parte, los personajes entrañables de la primera temporada en esta continuación tienen líneas argumentales capaces de mantenernos pegados al televisor: tenemos al querido Eric (Nucti Gatwa) enfrentándose a la decisión de iniciar una relación con Rahim (Sami Outalbali) o darle una oportunidad a Adam (Connor Swindells), este segundo que no logra definirse. También tenemos a Maeve, quien debe enfrentarse a la desconfianza de su madre drogadicta, y que la ha abandonado constantemente.

Lo maravilloso de esta serie es que cada capítulo tiene algo que contar, y la historia está en constante avance. El desarrollo no está atascado de detalles y eso nos da la perspectiva de que la serie puede ser renovada por varias temporadas más, y no tendría repeticiones argumentales, ni vacíos y mantendría su gran nivel. Además, ese final de temporada nos deja con ganas de mucho más.

En definitiva, la segunda temporada de Sex education viene a constatar que esta es una de las mejores producciones de Netflix. Su buen guion, su narrativa, la creación de personajes, el avance, y hasta la capacidad para no perder el toque de lo estético y la buena fotografía, la vuelven grande. En esta serie hay un espacio para que decenas de jóvenes y, a partir de esta segunda temporada adultos también, se sientan identificados y descubran que sus aparentes problemas entorno al sexo o al clímax de la satisfacción tienen solución.

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