Columna #80 | Frente a la pantalla por Richard Osuna
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‘La vida secreta de tus mascotas 2’
Apenas en 2016 Illumination Entertainment, estudio responsable de cintas como Sing: Ven y canta o Mi villano favorito, sorprendió al público con La vida secreta de tus mascotas, una divertida y bastante encantadora película que respondía una pregunta que seguramente muchas personas se han hecho: ¿Qué hacen tus mascotas cuando no estás en casa? Contrario a su primera parte, en esta secuela nos topamos con una historia bastante débil, que pocas veces toma fuerza y que queda muy por debajo a su antecesora.
La historia nuevamente sigue al perro Max, quien mantiene una familia con el perro mestizo Duke y con su dueña Katie. Las cosas cambian cuando Katie conoce a Chuck, un hombre con quien forma una familia y de quien tiene un bebé: Liam. A pesar que al principio, Max se siente desplazado por Liam, conforme el pequeño va creciendo va ganando su cariño. Así Max decide convertirse en una especie de protector para el pequeño niño.
La vida secreta de tus mascotas 2 sigue tres historias paralelas que se van contando de manera intercalada, y que hacen intervenir a todos los personajes de la entrega anterior y suman algunos nuevos. Al mismo tiempo que en la película se nos cuenta la historia de Max, las aventuras con su familia y su complejo de rascarse constantemente por nervios, también seguimos a Gidget, la perrita enamorada de Max que debe aprender a comportarse como una gata para involucrarse en una misión; y también seguimos al simpático conejo blanco Snowball que ahora se cree un superhéroe, dispuesto a combatir villanos.
A lo largo de la película se sienten muchas ausencias, las más notorias son la falta de una historia central de peso y el encanto que poseía la primera parte. Las tres historias paralelas llegan a sentirse bastante simples y se sienten estiradas a fuerza para cumplir con un tiempo promedio de película.
En esta segunda parte se ahonda un poco más en los sentimientos, por ejemplo de entrada tenemos a Max que experimenta el sentirse desplazado por Liam, el bebé de la casa. Aquí también intenta hablarse de la valentía, misma característica que vemos en los protagonistas de las tres historias paralelas.
Una de las particularidades que vuelve a resaltar es la estupenda animación de Illumination, que sinceramente tiene algo que a mí personalmente me encanta. Quizá los detalles tan minuciosos que se llegan a observar es algo que me parece increíble. Y qué decir de los bien estudiados movimientos de los animales.
En cuanto al reparto de voces, vuelve Eugenio Derbez como Snowball, Natasha Dupeyron como Katie y Mónica Huarte como Gidget, entre algunas de las voces más reconocibles. A estos se suman figuras como Mariana Treviño personificando a la simpática perrita Daisy y Jesús Ochoa doblando la voz del perro Gallardo.
En definitiva, La vida secreta de tus mascotas 2 cae muy precipitadamente, pues apenas estamos hablando de una secuela, no de una tercera o cuarta parte. La historia posee una gran animación, y algunos que otros momentos graciosos, pero todo queda muy escueto para un producto completo que no ofrece mucho ingenio.
‘Infierno en la tormenta’
La vida (y el cine) nos tiene preparadas muchas sorpresas a lo largo de la vida y este verano nos trae Infierno en la tormenta como una de ellas. Dejando de lado los momentos que puedan resultar inverosímiles, tenemos una cinta de suspenso llena de tensión y que simplemente no decepciona.
La cinta es dirigida por Alexandre Aja, quien ha sorprendido con baños de sangre como El despertar del diablo, con tonos cómicos como Piraña 3D o que simplemente ha decepcionado con películas como Cuernos con Daniel Radcliffe.
La historia nos traslada hasta Florida, lugar a donde la nadadora Haley (Kaya Scodelario) debe viajar para buscar a su padre Dave (Barry Pepper), quien no responde el teléfono. En las playas de Florida se pronostica la llegada de un huracán categoría 5, por lo que debe Haley necesita asegurarse que su papá se encuentra bien. La sorpresa de Haley es que no solo la tormenta será su mayor problema, si no un montón de cocodrilos que acechan a los alrededores.
Evidentemente, Infierno en la tormenta no es Tiburón ni probablemente sea tan buena como Miedo profundo, pero aún así puedo asegurarles anticipadamente que no estamos ante un atropello del cine. La cinta tiene más de una hora llena de adrenalina y suspenso que te harán retorcerte en el asiento y algunos sustos que te harán brincar de este.
La producción nos sumerge en un ambiente de desastre natural, donde el huracán en potencia está dejando sus inclemencias climáticas. Fácilmente detectamos el set controlado que se utilizó para montar la calle inundada y una pequeña gasolinera frente a la casa, pero luce bastante creativo. El increíble sonido hace una de las grandes maravillas de esta película, dándole más espectacularidad e incluso obligándonos a usar el sentido auditivo para tener una proyección más placentera.
La historia siempre está en constante avance y nunca nos sumerge en escenas larguísimas que lleguen a aburrir. La agilidad que posee la trama hacen que la emoción jamás se pierda y la atención del espectador esté completamente fijada en la película.
Desde que la protagonista, a quien por cierto acabamos de ver en Ted Bundy: Durmiendo con el asesino y que ofrece una muy buena actuación, se adentra al hogar donde espera encontrar a su padre y hasta el último minuto de la película, se mantiene la emoción. Incluso el final parece indicado para que el espectador esté absorto hasta los créditos.
En definitiva, Infierno en la tormenta es una interesante película llena de energía, que no dejará insatisfecho a casi nadie. Por supuesto, hay momentos un tanto irreales o que incluso que resultan exagerados, pero afortunadamente son desarrollos cuestionables más no decepcionantes.
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