Columna 10 | #ReporTrendings por ReporTrejo
Cuando Netflix estrenó el primer avance de El silencio, sin duda alguna causó gran expectativa debido al anterior gran éxito de Bird box (la anterior cinta apocalíptica de la plataforma de streaming).
A esa gran expectativa, Netflix que sabe hacer muy bien su trabajo, le agregó como protagonista a su receta a Kiernan Shipka. Sí, la mismísima Sabrina Spellman de otro de sus cañonazos, El mundo oculto de Sabrina. El anzuelo perfecto para los millones de millenials que están cautivos con esta serie de terror.
A la receta de la fórmula perfecta para hacer una película de terror, le agregan a un director que ha sido la mano derecha de James Wan, el director al que le debemos el universo de El conjuro: John R. Leonetti, quien ha sido director de Annabelle, Siete deseos y ha participado como director de fotografía de éxitos como La noche del demonio 2 y El conjuro.
¿No suena esto como la receta de un éxito garantizado? Lamento decirles que no, a la hora de llevar esto a la práctica todo resulta ser lo más predecible del mundo.
Comencemos con la historia, ya que este es el primer desacierto de la cinta. ¿Por qué la historia donde el protagonista ahora es el silencio? Si venimos de tremendos éxitos como la misma Bird box y la cinta que abordó primero el tema, Un lugar en silencio, definitivamente ya resulta un elemento muy repetitivo y visto para generar un suspenso sorpresivo.
Poniéndome en la piel de un comediante, se me ocurrió pensar que las grandes mentes del entretenimiento de Hollywood voltearon a ver los famosos emojis de los simpáticos changuitos. Sí, esos donde uno está con los ojos tapados, otro con las manos cubriendo su boca y el tercero con las manos en sus oídos.
Pero volviendo a la historia, esta cinta cuenta con la premisa de la aparición de una terrorífica y extraña especie de murciélagos, que asesinan a todo lo que se les atraviesa en su camino (o meor dicho, a todo lo que escuchan). Por culpa de la especie humana es como nos enfrentamos a estos personajes. El caos comienza, el apocalipsis sugiere que hay que buscar una forma de sobrevivir.
Shipka interpreta a Ally Andrews, una joven sorda que junto con su familia deberán encontrar la mejor manera de sobrevivir.
El resto de la película está lleno de todos los clichés y recursos de películas de terror y suspenso de las otras cintas mencionadas e incluso de series de televisión como The walking dead.
Durante la primera hora y 15 minutos, prácticamente no pasa gran cosa, se presenta la historia y no es hasta casi los últimos minutos que TODO se soluciona como por arte de magia y luego de dos o tres sustos.
Con esto me despido, recordándote que si buscas una película terrorífica o que te mantenga al filo del asiento, esta no es la opción. Pero si eres fan de Kierna y quieres pasar un rato, disfrútala.
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